La figura del juez o jueza de paz se erige como un pilar fundamental para la resolución de conflictos en nuestras comunidades. Estos profesionales no solo son mediadores, sino que también son elegidos por las propias comunidades, lo que les otorga un papel esencial en el fortalecimiento del tejido social y en la promoción de la justicia local.
Durante un reciente foro realizado en la sede de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, (UNESR), el abogado José Rafael Rincón, destacado profesor de dicha institución, abordó los aspectos generales de la Ley Orgánica de Justicia de Paz. «Esta ley no solo establece el marco legal para la creación de estas figuras, sino que también promueve métodos alternativos de resolución de conflictos, como la conciliación y el diálogo», manifiesta.
Rincón destacó la importancia de promover y promocionar la Ley Orgánica de Justicia de Paz. En su intervención, explicó que los jueces que serán electos el 15 de diciembre tienen la responsabilidad de dirimir controversias relacionadas con contratos arrendaticios, problemas de convivencia en la comunidad, respeto a los derechos de niños, niñas y adolescentes, así como denuncias de violencia de género.
«Estos jueces de paz van a utilizar formas alternativas de resolución de conflictos, como la conciliación, el diálogo y la comunicación. Es decir, van a ser mediadores», afirmó Rincón, subrayando el enfoque pacífico y colaborativo que caracteriza su labor.
Rincón concluyó su intervención con un mensaje esperanzador: «Estos jueces de paz nos traerán amor y felicidad, que son tan necesarios hoy en día». Este enfoque resalta la necesidad de una justicia más cercana y accesible, que fomente la paz y el bienestar en la comunidad.
La elección de los jueces de paz representa una oportunidad para fortalecer el tejido social y promover la resolución pacífica de conflictos, contribuyendo así a una convivencia más armónica en las comunidades.
Carla Martínez / Noticias Barquisimeto