El 4 de febrero de 1992, un grupo de militares congregados en el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), portando un brazalete tricolor y abandonando todo por la causa de la Patria, iniciaron operación que consistía en el derrocamiento del gobierno de Carlos Andrés Pérez (CAP).
La rebelión estalla en la madrugada de esa fecha, cuando se procede a la toma de importantes cuarteles militares, en los estados Zulia, Carabobo, Aragua y la capital del país; actividades que se desarrollan con éxito, salvo en Caracas, donde producto de la delación de uno de los integrantes del movimiento, las autoridades procedieron a activar los protocolos para evitar la captura de Pérez.
Los militares del movimiento no lograron el objetivo de sacar a CAP del poder, pero un «por ahora» que llenó de esperanzas a todo un país, en aquel momento pronunciado por Hugo Chávez, se convertiría en el «golpe mortal contra el pacto de Punto Fijo», y le devolvió la dignidad a un pueblo que se encontraba sumido en la pobreza, producto de las políticas neoliberales aplicadas por la administración del entonces presidente Pérez y de los gobiernos adecos y copeyanos durante 40 años.
A 32 años de este hecho histórico. «Fue aquel un movimiento de muchachos patriotas, algunos todavía nos llaman golpistas, allá ellos. Nosotros no somos golpistas, nosotros somos revolucionarios, un movimiento revolucionario, un movimiento patriótico», manifestó Chávez el 4 de febrero de 2005, desde Cuartel de La Montaña.
Información de: Globovisión