La Plaza Bolívar del centro de Caracas fue escenario de una sentida protesta por parte de familiares de venezolanos deportados a El Salvador y recluidos en el Centro de Confinamiento de Terrorismo (Cecot). Con profunda preocupación y pancartas en mano, exigieron al gobierno salvadoreño y a organismos internacionales pruebas de vida de sus seres queridos y abogaron por su inmediato regreso a Venezuela.
«Estoy aquí como estamos todos nosotros y no vamos a desmayar», declaró con firmeza una madre cuyo hijo se encuentra detenido en la cárcel de máxima seguridad. «Hoy más que nunca señores, tenemos mucha fuerza por nuestros hijos. Le pedimos a las Naciones Unidas que nos escuchen, ya hemos ido varias veces para allá», añadió, refiriéndose a las gestiones realizadas ante la sede de la ONU en Caracas.
Con la voz quebrada por la angustia, el padre de Ysqueiber Peñaloza recordó el tiempo transcurrido desde la deportación: «Hoy se cumplen 30 días desde que llevaron a esos muchachos a El Salvador, incluyendo a mi hijo, y hasta el sol de hoy no sabemos nada de ellos». La incertidumbre sobre el estado y las condiciones de los detenidos ha sumido a las familias en una profunda desesperación.


Según los reportes, más de 200 venezolanos han sido recluidos en el Cecot por orden del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Ante esta situación, el Gobierno Bolivariano, liderado por el presidente Nicolás Maduro, ha manifestado su rechazo y ha asegurado haber iniciado las acciones legales pertinentes para reclamar la liberación de los ciudadanos venezolanos.
La polémica política de deportaciones parece mantenerse firme. Recientemente, Stephen Miller, subjefe de la Casa Blanca, reafirmó la postura del gobierno estadounidense al declarar que «seguiremos enviando terroristas extranjeros a El Salvador y a otros países». Miller afirmó que aún habría miles de presuntos integrantes del Tren de Aragua en Estados Unidos. Esta decisión se sostiene a pesar de las numerosas críticas que señalan una clara violación de los derechos humanos de los deportados.
La protesta en Caracas evidencia la creciente desesperación de los familiares ante la falta de información y la prolongada detención de sus seres queridos en condiciones desconocidas. Hacen un llamado urgente a las autoridades salvadoreñas para que garanticen la integridad física y los derechos de los venezolanos detenidos, y a la comunidad internacional para que interceda en este delicado caso. La exigencia de pruebas de vida y el clamor por el retorno de los deportados resuena con fuerza en la capital venezolana, marcando un mes de profunda angustia para estas familias.
Carla Martínez / Con información de Últimas Noticias