Un legado ancestral que sigue brillando: Los Zaragozas de Sanare

En las primeras horas del 28 de diciembre, cuando el sol aún duerme, las calles de Sanare se llenan de un sonido peculiar: el tintineo de cascabeles. Es la señal de que ha comenzado una de las tradiciones más arraigadas de la región: la fiesta de Los Zaragozas. Y al frente de esta celebración, con un profundo sentido de orgullo y responsabilidad, se encuentra Rafael Alvarado, el capitán mayor.

Un Legado de Generaciones

Alvarado, quien ha dedicado gran parte de su vida a preservar esta manifestación cultural, asegura que ser el capitán mayor es mucho más que un título. «Esta labor es un legado que me dejó mi papá y lo llevo hacia adelante con muchísimo orgullo«, expresó. Su voz, cargada de emoción, refleja la importancia que tiene esta tradición para él y para toda la comunidad.

El Rompimiento: El Inicio de una Jornada Espiritual

La fiesta de Los Zaragozas comienza con el llamado «rompimiento», un ritual que se lleva a cabo en las primeras horas de la mañana. Los participantes, ataviados con coloridos disfraces, se reúnen en la casa de la capitana para luego dirigirse a la iglesia. «Nos vamos a las 5 de la mañana y nos vamos a la primera misa en la Iglesia San Isidro«, explicó Alvarado. A partir de ese momento, comienza una jornada llena de fervor religioso y alegría popular, que incluye misas, procesiones y recorridos por las calles de Sanare.

Los Zaragozas: Más Allá de un Disfraz

Alvarado hizo hincapié en la importancia de utilizar el término correcto para referirse a esta celebración: «Legalmente son Los Zaragozas de Sanare, porque son muchos los que se disfrazan ese día y ellos son los protagonistas, ese es el nombre«, afirmó. Detrás de los disfraces y las máscaras, se esconde una profunda conexión con las raíces culturales de la región.

El Sonido del Cascabel: Un Llamado a la Espiritualidad

Uno de los elementos más característicos de la fiesta de Los Zaragozas es el sonido del cascabel. Según Alvarado, este sonido tiene un significado especial: «Ese sonido particular de Los Zaragozas es el sonido del Cascabel, porque anteriormente salían desde las 2 de la mañana y con ese sonido despertaban a la gente. Dicen que despierta las energías de las personas y llama a los espíritus buenos«, explicó.

Un Liderazgo Forjado en la Tradición

Alvarado ha dedicado más de tres décadas a esta tradición. «Yo duré 25 años como capitán principal que era el capitán de la bandera, ya tengo 10 años siendo el capitán mayor«, concluyó. Su experiencia y liderazgo han sido fundamentales para mantener viva esta manifestación cultural, que ha sido transmitida de generación en generación.

Daniel Oviedo / Noticias Barquisimeto