Un grupo de investigadores del University College de Londres (UCL) ha desarrollado un dispositivo que imita el tacto humano y algún día podría permitir que personas que viven a miles de kilómetros de distancia se tomen de las manos, informa The Independent.
El proyecto fue presentado el pasado sábado en el Festival Británico de la Ciencia, celebrado en la Universidad del Este de Londres, por el profesor Helge Wurdemann y la Dra. Sara Abad, expertos en robótica del Departamento de Ingeniería Mecánica del UCL.
El dispositivo fue nombrado ‘innovador sistema háptico bioinspirado’ (BAMH, por sus siglas en inglés) y funciona estimulando las células nerviosas que responden al tacto mediante vibraciones. Promete dar una sensación más realista que los aparatos anteriores y se espera que tenga una amplia gama de aplicaciones.
Una de estas aplicaciones podría ser mejorar el diagnóstico de las enfermedades relacionadas con la pérdida del tacto.
El profesor Wurdemann afirmó que «el sistema BAMH mejora nuestra capacidad de cuantificar tanto la sensibilidad […] como la diferenciación de estímulos en los dedos humanos». El equipo estima que «al reducir la subjetividad de los métodos de diagnóstico actuales, el sistema puede mejorar significativamente este proceso».
Cirugía robótica
Otra de las posibles funciones sería su implementación en la cirugía robótica. La Dra. Abad asegura que «los cirujanos pueden sentir con las manos, por ejemplo, la diferencia entre tejido canceroso y tejido normal, lo que les ayuda a definir los márgenes de un tumor antes de extirparlo. Pero si realizan una operación con brazos robóticos, ya sea en la sala o a distancia, esta capacidad táctil se pierde».
Los investigadores creen que el BAMH podría lograr que los doctores recuperaran parte de esta sensación. Además, Abad dijo que esperan poder realizar ensayos clínicos para la pronta comprobación de esta teoría.
«Sensación realista del tacto»
Fuera de las aplicaciones médicas, Abad indicó que el dispositivo también podría funcionar como una herramienta para «incorporar el tacto a nuestras interacciones sociales virtuales».
«Por ejemplo, con la pandemia y la globalización, es muy probable que tengas familiares que no vivan en la misma ciudad que tú. Desafortunadamente, con las videollamadas hay una barrera. Para vínculos sociales, que son importantes, se necesita contacto físico, pero las videollamadas no lo proporcionan», explicó.
Según el equipo, el BAMH permite una «sensación realista del tacto», al estimular cuatro células nerviosas sensoriales clave o receptores táctiles de la piel.
Materiales radioactivos
Según un informe de la Comisión Europea, en el Reino Unido había unos 4,9 millones de toneladas de desechos nucleares antiguos en el 2019, en parte derivados de la producción de armas durante la Guerra Fría. En una versión más avanzada del BAMH, se podrían incluir guantes con una «sensación completa en las manos», lo que ayudaría a desmantelar materiales radioactivos en áreas peligrosas, donde a menudo se utilizan robots de gran tamaño.
El profesor Wurdemann cree que «un sentido realista del tacto podría ser crucial para clasificar los diferentes componentes», en el caso de que se necesite desmantelar materiales radiactivos.
Oriana Lorenzo con información de RT