Este lunes, 7 de octubre, se cumple un año del conflicto militar que estalló entre las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y Hamás tras el ataque de las Brigadas Al Qassam, ala militar del movimiento palestino, al que Tel Aviv respondió con su ofensiva en la Franja de Gaza. El número de víctimas y de daños ha experimentado un brusco repunte tras la ofensiva de las FDI en el Líbano contra el grupo chiita libanés Hezbolá que apoya la causa palestina.
El coste de la guerra
Durante la incursión de las Brigadas al-Qassam en Israel del 7 de octubre de 2023, fueron asesinadas unas 1.200 personas y 251 fueron tomadas como rehenes y llevadas a la Franja de Gaza:
- actualmente se cree que al menos 66 rehenes siguen con vida, incluidas dos personas que fueron capturadas antes del 7 de octubre;
- han muerto 35, incluidos dos rehenes capturados antes del comienzo del conflicto.
Según los datos del Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, en este año de conflicto han muerto 41.909 palestinos, la mayoría de ellos mujeres y niños, a consecuencia de la ofensiva israelí, mientras que los heridos ascienden a más de 97.000. Más de 10.000 personas siguen desaparecidas en Gaza.
En el Líbano, solo como resultado de la detonación de buscapersonas por parte de la Inteligencia israelí, el pasado 17 de septiembre, murieron al menos 11 personas y unas 4.000 resultaron heridas. Para este 4 de octubre, más de 1.600 personas han muerto por los ataques israelíes contra territorio libanés, según la OMS.
Estadísticas del conflicto
Según datos de los militares israelíes, desde que empezó el conflicto, las FDI eliminaron a unos 17.000 «agentes terroristas» de Hamás en la Franja de Gaza y al menos a 800 miembros de Hezbolá en el territorio del Líbano, 90 de ellos comandantes del grupo chiita.
A lo largo de este año, las FDI dicen haber atacado a unos 40.300 objetivos en el territorio del enclave palestino y encontrado unos 4.700 túneles de Hamás; mientras que en el territorio libanés fueron atacados unos 11.000 objetivos de Hezbolá.
Las FDI informan que, desde que comenzó la guerra, fueron lanzados hacia Israel más de 26.000 cohetes, misiles y drones:
- 13.200 proyectiles desde Gaza, incluidos al menos 5.000 el 7 de octubre de 2023;
- 12.400 desde el Líbano;
- unos 60 desde Siria;
- 180 desde Yemen
- y 400 desde Irán en dos ataques: el del 13 de abril y el lanzamiento masivo del 1 de octubre.
En el lado israelí se confirmó la muerte de 728 soldados, reservistas y oficiales de seguridad (346 durante la ofensiva terrestre en la Franja de Gaza), mientras que 4.576 resultaron heridos (2.299 en Gaza). Además, desde las FDI detallan que 56 de sus soldados murieron en Gaza a causa de fuego amigo.
Catástrofe humanitaria
La ofensiva israelí en la Franja de Gaza ha forzado a alrededor de 1,9 millones de palestinos a abandonar sus casas y a buscar un lugar seguro en el territorio del enclave. De este modo, el porcentaje de población gazatí desplazada por el conflicto con Israel se sitúa cerca del 90 %.
Además, los incesantes ataques israelíes contra el enclave palestino:
- destruyeron más de 215.000 edificios y dañaron más de 120.000, elevando el porcentaje de estructuras dañadas o destruidas en la Franja de Gaza hasta el 66 %;
- dañaron o destruyeron más del 92 % de las carreteras principales;
- más del 84 % de los centros de salud;
- el 67 % de instalaciones de agua y saneamiento, lo que hace que 60.000 metros cúbicos de agua no tratada y aguas residuales fluyan diariamente al mar desde Gaza;
- 510 kilómetros de red eléctrica.
Asimismo, más de un millón de personas han sido desplazadas desde que comenzó la ofensiva del Ejército de Israel en el Líbano por los continuos bombardeos. Un éxodo que comenzó con el inicio de los ataques israelíes en la Franja de Gaza hace un año y que se intensificó radicalmente en los últimos días, tras la escalada de las hostilidades entre el grupo armado libanés Hezbolá y las fuerzas del país hebreo.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU, del millón de desplazados en este año, unos 400.000 dejaron sus hogares en las últimas dos semanas. La OIM estimó que entre el 21 de septiembre y el 3 de octubre, unas 235.000 personas cruzaron del Líbano a Siria por tierra, incluidos 82.000 libaneses y 152.000 sirios.
Por otro lado, más de 58.000 israelíes abandonaron sus casas debido a los ataques desde Gaza y unos 5.300 fueron desplazados del sur del país.
Más cifras
Durante este año de conflicto, las FDI también llevaron a cabo sus actividades «antiterroristas» en el territorio de Cisjordania, donde:
- han arrestado a más de 5.250 palestinos, de los que al menos 2.050 eran «afiliados a Hamás», según el Ejército israelí;
- han matado a unos 690 personas, que describen como «hombres armados» o «alborotadores que se enfrentaron» a las tropas israelíes o «terroristas»;
- se han llevado a cabo 150 redadas;
- se han demolido 30 casas de palestinos «acusados de terrorismo».
«No es un genocidio»
Las actividades militares de Israel en el marco de su guerra contra Hamás y Hezbolá han sido criticadas a nivel internacional debido a la cuantiosas víctimas civiles en las áreas atacadas. A pesar de que las FDI aseguran que sus ataques van dirigidos contra los objetivos de los movimientos palestino y libanés, sus miembros o arsenales de armas, los daños en la infraestructura civil y el número de las víctimas entre la población no hacen más que crecer.
Las autoridades rusas han manifestado en repetidas ocasiones que Moscú «no acepta ninguna manifestación de terrorismo, violencia, incluido el uso indiscriminado de la fuerza», a tiempo que llaman a la moderación a todas partes del conflicto para resolver «los problemas existentes por medios políticos y diplomáticos». En este sentido, el Kremlin subraya que Rusia condena todas las acciones en Oriente Próximo que causan la muerte de civiles.
La semana pasada, Politico reportó que la continua ampliación de los objetivos bélicos de la FDI en la Franja de Gaza —que causó un «impacto devastador sobre los civiles palestinos»— hizo que el presidente de EE.UU., Joe Biden y sus colaboradores «se sintieran frustrados en repetidas ocasiones». Según las fuentes del medio, el primer ministro Benjamín Netanyahu y su Gobierno «han ignorado sistemáticamente» los consejos de la Casa Blanca acerca de cómo gestionar sus acciones militares en la Franja de Gaza, por lo que «la ira del presidente» Biden fue en aumento a medida que disminuía su influencia sobre el jefe del Gobierno isarelí.
El pasado mes de mayo, el mandatario estadounidense llegó a tachar de «excesivas» las operaciones militares de Israel en Gaza, si bien luego afirmó que «lo que ocurre allí no es un genocidio». Además, en sus últimas declaraciones Biden se mantuvo firme en su postura pública de apoyo continuo al Estado hebreo. Así, a finales de septiembre, EE.UU. aprobó un nuevo paquete de ayuda militar a Israel de 8.700 millones de dólares y después del reciente ataque masivo iraní el presidente estadounidense afirmó: «EE.UU. apoya plenamente, plenamente, plenamente a Israel».
No obstante, varios líderes mundiales sí rechazan las acciones militares de Israel, calificándolas de «genocidio». Así, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en mayo rompió relaciones con Israel y manifestó que su país no apoya el «genocidio» ni la «barbarie». Además, a finales de septiembre, el mandatario colombiano, durante su intervención en la 79.ª sesión de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Nueva York (EE.UU.), denunció que las «minorías poderosas» no escuchan a «la mayoría de los presidentes en el mundo», cuando piden que «se detenga el genocidio en Gaza».
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, también instó a los países que respaldan «los discursos» de Netanyahu a «hacer un mayor esfuerzo» para detener el «genocidio» en la Franja de Gaza. Las repetidas denuncias del mandatario brasileño contra las agresiones a la población palestina en el enclave llevaron a que el Estado de Israel, en febrero, lo declarara ‘persona non grata’. No obstante, varios gobiernos, incluido el de Cuba, se solidarizaron con el presidente brasileño ante esta situación.
El analista internacional Juan Luis González Pérez opina que, causando matanzas de civiles, Israel se comporta peor que los grupos terroristas, con la protección de EE.UU. y de sus socios.
Carla Martínez / Con información de RT