La aparición del pie diabético en el cuerpo humano es una patología que se puede agravar con el pasar del tiempo.
De trata de un problema que se produce por la neuropatía o daño de los nervios, generado por la diabetes, lo cual debe ser tratado a tiempo para evitar complicaciones graves futuras, que podrían llegar a la necesidad de amputar la extremidad.
Su aparición implica síntomas como hormigueos, calambres, ausencia de sensibilidad y surgimiento de úlceras en la piel de este órgano.
Sin embargo, este es un problema que si no se trata a tiempo se produce secreción purulenta, mal olor, las lesiones se profundizan y afectan el hueso, y se genera gangrena, la cual puede extenderse e invadir todo el pie.
Las personas que padecen de diabetes son propensas a sufrir heridas que no sienten, lo cual representa un factor de riesgo para el bienestar de sus extremidades, por eso deben permanecer atentos a cualquier lesión que aparezca en su cuerpo para acudir al médico.
Cómo tratarlo
Las lesiones de pie diabético se detectan por lo general a través de las cortaduras, al detectar una lesión, el paciente debe acudir a consulta con especialistas, como un cirujano cardiovascular, para que lo examinen y determinen el origen del problema, apliquen el tratamiento adecuado y oportuno, y mantengan monitoreo del caso.
Además del cuidado de las heridas son necesarios estudios de ecografía, imagenología, exámenes de laboratorio, entre otros, que deben realizar los integrantes de un equipo interdisciplinario.
Recomendaciones
Una vez que la persona es diagnosticada con diabetes, debe asistir al médico para el cumplimiento de los controles establecidos, y realizar una evaluación vascular.
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Los especialistas recomiendan: utilizar los medicamentos indicados, no caminar descalzo, utilizar zapatos y medias cómodos que no aprieten, ejercitarse, asearse las uñas con un especialista, mantener los niveles de glicemia dentro de los límites normales, mantener los pies limpios y secos, y revisarlos diariamente.
Con información de UN