Más de 100 personas se reunieron silenciosamente sobre tapetes de yoga para no hacer absolutamente nada, en un evento en Seúl que es en parte un desafío físico, en parte una obra de arte y en parte un respiro de la sociedad hipercompetitiva de Corea del Sur.
La competencia anual Space-out, que se llevó a cabo este domingo, descubre quién es mejor para desconectarse del mundo durante 90 minutos sin quedarse dormido, revisar su teléfono o hablar.
Se monitorea el ritmo cardíaco de los participantes, mientras los espectadores votan por sus 10 concursantes favoritos. Quien tenga la frecuencia cardíaca más estable entre los 10 se lleva el trofeo.
Más de 4.000 personas solicitaron participar en el concurso, organizado por el Gobierno de la ciudad. Los 117 concursantes seleccionados iban desde un niño de segundo grado hasta personas de unos 60 años.
Para muchos participantes, fue una forma de recuperarse del agotamiento y el estrés, a menudo del trabajo, en un país con un alto estrés académico y una presión extrema para triunfar.
«Aunque los concursantes permanecen quietos dentro del lugar de la competencia, la audiencia se mueve constantemente», dijo Woopsyang, y agregó que su objetivo era «crear un contraste visual entre un grupo que no hace nada y un grupo que está ocupado».
El premio se lo llevó la locutora independiente Kwon So-a.
Carla Martínez / Con información de Globovision