El exjugador de los Chicago Bulls y Washington Wizards está de celebración.
El escolta estadounidense jugó 101 partidos en la Universidad de North Carolina, divididos en tres años. En esas temporadas, promedió 17’7 puntos, 5 rebotes, 1’8 asistencias y 1’7 robos, consiguiendo el campeonato nacional de la NCAA en 1982.
Leer También: Protesta oficial de los Knicks de Nueva York a la NBA por su derrota ante los Rockets de Houston
Michael Jordan fue seleccionado en el número 3 del draft 1984 por los Chicago Bulls. Jordan rápidamente dejó su huella en la NBA, ganando el premio al Novato del Año en 1985 y convirtiéndose en una fuerza dominante en la liga. Hasta su aparición, el deportista solo era considerado como tal, mientras que con su irrupción pasó a convertirse en una marca.
Durante su carrera con los Chicago Bulls, Jordan ganó seis campeonatos de la NBA y obtuvo cinco premios de Jugador Más Valioso (MVP). Su capacidad para elevar su juego en momentos cruciales lo llevó a ser conocido como “Su Majestad” y “Air Jordan“, y su influencia trascendió el mundo del deporte, convirtiéndolo en un ícono global.
Tras retirarse del baloncesto profesional por primera vez en 1993, Jordan exploró una carrera en el béisbol antes de regresar a la NBA en 1995. Continuó dominando la liga con los Bulls hasta su segundo retiro en 1999. Sin embargo, en 2001, volvió a la NBA para jugar dos temporadas con los Washington Wizards antes de retirarse definitivamente en 2003.
En cuanto a su carrera con la selección nacional de baloncesto de Estados Unidos, Michael Jordan también dejó una marca imborrable. Representó a su país en numerosas competiciones internacionales, siendo uno de los miembros destacados del legendario “Dream Team” en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Jordan ayudó a liderar al equipo hacia la medalla de oro de manera dominante, mostrando su destreza y liderazgo en la cancha. Su participación en los Juegos Olímpicos de 1984, donde ganó la medalla de oro, y en los Juegos Olímpicos de 1992, contribuyeron a cimentar su estatus como uno de los jugadores más emblemáticos del baloncesto internacional.
Además de sus hazañas en los Juegos Olímpicos, Jordan también representó a Estados Unidos en otros torneos internacionales, como el Campeonato Mundial de Baloncesto FIBA de 1992, donde nuevamente se alzó con la medalla de oro. Su compromiso con el equipo nacional y su habilidad para elevar el juego en los momentos cruciales lo convirtieron en un líder indiscutible y un símbolo del baloncesto estadounidense en la escena mundial.
Fuera de la cancha, Jordan ha tenido un éxito igualmente impresionante como empresario y propietario de equipo. Fundó la marca de ropa y calzado deportivo Air Jordan, que se ha convertido en una de las marcas más reconocidas en el mundo. Además, en 2010, se convirtió en el primer exjugador de la NBA en convertirse en propietario mayoritario de un equipo cuando adquirió los Charlotte Hornets, que vendió el pasado año por 3.000 millones de dólares. A través de sus logros deportivos y empresariales, Michael Jordan ha dejado un legado perdurable en el mundo del deporte y más allá, inspirando a generaciones de aficionados y atletas.
Marca
Noticias Deportivas
