Sobrevivientes y familiares de las víctimas de un trágico naufragio hace un año en el que murieron 94 migrantes, incluidos 35 menores, a apenas unos metros de la costa sur de Italia, regresaron para tres días de homenajes que terminaban el lunes y pidieron verdad y justicia.
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Una vigilia con antorchas, una exposición de fotos y una marcha de protesta fueron algunos de los actos organizados en la cercana población de Crotone por un grupo de activistas llamado Red 26 de febrero, por la fecha de la tragedia. La mayoría de los muertos procedían de países en Oriente Medio o el sur de Asia.
El 26 de febrero del año pasado, un barco de madera salido de Turquía con unos 200 migrantes se hundió a apenas unos pocos metros (yardas) de la costa de Calabria cuando intentaban desembarcar en la playa del balneario de Steccato di Cutro.
Red 26 de febrero
Red 26 de febrero incluye a más de 400 asociaciones que han pedido en varias ocasiones al gobierno italiano que investigue uno de los naufragios migrantes más letales en el Mediterráneo.
El grupo ha denunciado reiterados fallos normativos y supuestas violaciones de derechos humanos por parte de autoridades italianas y de la Unión Europea, que consideran la principal causa de la larga serie de muertes de migrantes que se arriesgan a peligrosas travesías para llegar a las costas europeas en busca de una vida mejor.
Los activistas también han denunciado que a algunos de los familiares y sobrevivientes se les negó el derecho a regresar a Crotone para el aniversario del naufragio debido a las complicaciones para conseguir los documentos necesarios.
Testimonio
“Cuando me reuní con (la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni) en Roma tras la tragedia, prometió que su personal (trabajaría) para reunirnos a nosotros y a nuestras familias, pero eso nunca ha ocurrido”, dijo Haroon Mohammadi, de 24 años, un sobreviviente de Herat, Afganistán, que perdió a algunos de sus amigos en el naufragio.
Mohammadi vive ahora en Hamburgo, Alemania, donde ha obtenido un permiso de residencia de un año y espera seguir estudiando economía en una universidad local.
»Es muy difícil para mí estar aquí de vuelta, pero vine a rendir homenaje a amigos y familiares que hemos perdido (…) Nos convertimos como en una familia después de ese día”, dijo a The Associated Press.
Muchos de los muertos y sobrevivientes habían huido de Afganistán, Irán, Pakistán y Siria con la esperanza de reunirse con familiares en Italia y otros países en el oeste de Europa.
Sobrevivientes
Tras el naufragio, el gobierno conservador de Meloni emitió un decreto estableciendo un nuevo delito —contrabando de personas que provoque la muerte de migrantes— punible con hasta 30 años de cárcel y prometió endurecer más su batalla contra la inmigración ilegal.
El domingo, cientos de personas, incluido un grupo de unos 50 sobrevivientes y familiares de las víctimas, marcharon por Crotone pese a la intensa lluvia con una pancarta que decía “detengan las muertes en el mar”. Los manifestantes también se detuvieron a rendir homenaje ante el PalaMilone, un recinto deportivo que acogió los ataúdes de las víctimas.
El Museo Pitagora de Crotone inauguró el sábado una exposición de fotos titulada “Los sueños cruzan el mar” con 94 fotografías, una por cada una de las víctimas.