Una de las mentes más brillantes de Venezuela, el Dr. Humberto Fernández Morán, nació hace 100 años en Maracaibo un 18 de febrero 1924, en el Hospital Chiquinquirá, situado en el corazón del barrio El Saladillo.
De su vida se cuenta que, a los 15 años ingresó a la Universidad de Munich, en donde obtuvo el título médico cirujano Summa Cum Laude y a los 20 años regresa a Venezuela donde revalida su título obtenido en la Universidad Central de Venezuela, para luego volver a Maracaibo como médico del Hospital Psiquiátrico, hasta 1946, cuando decide estudiar neurología y neuropatología en la Universidad de Washington.
Ese año conoció en la Universidad de Princeton a Albert Einstein, quien le recomendó que estudiara en la Universidad de Estocolmo en Suecia, donde obtuvo la licenciatura en biofísica, la maestría en biología celular y genética y en 1951 obtuvo el doctorado en biofísica.
Para 1954, casado con Anna Browallius y dos hijas fruto de su matrimonio, regresa a Venezuela donde el 25 de abril de ese mismo año funda, en Los Altos de Pipe, estado Miranda el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), hoy Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), con más de 70 laboratorios de investigación, proyectados para 27 edificios que ya en 1955 estaban construidos.
Comenzó sus investigaciones en microscopía electrónica en los laboratorios del Instituto Nobel de Física y en el Instituto de Investigaciones Celulares y Genética del Instituto Karolinska y durante su permanencia en Suecia, inventó la cuchilla o bisturí de diamante que le permite a científicos de todo el mundo hacer cortes ultrafinos de tejidos biológicos e incluso de muestras lunares, como ocurrió cuando Fernández Morán participó en el proyecto del Apolo 11 de la Nasa.
Fue nominado por dos personas para el Premio Nobel en Fisiología o Medicina por sus contribuciones al estudio de la ultraestructura celular por medio del uso del microscopio electrónico, con especial mención al desarrollo de la cuchilla de diamante.
Fue investigador principal del Proyecto Apolo 11 de la Nasa en los Estados Unidos, país que le propone ser nominado al Premio Nobel, el cual rechaza, puesto que para la nominación debía aceptar la ciudadanía norteamericana, la rechaza para mantener su nacionalidad venezolana.
El 13 de enero de 1958 le ofrecieron la responsabilidad como ministro de Educación, cargo que ejerció apenas 10 días, pues el 23 de ese mismo mes fue derrocado el gobierno de Marcos Pérez Jiménez. Fue expulsado del país por el nuevo gobierno, que no miró nunca hacia este hombre que dedicó su vida a la ciencia y a la investigación.
Después de su muerte, ocurrida en Estocolmo el 17 de marzo de 1999, el gobierno venezolano pidió a la familia de Fernández Morán traer sus restos al país y también conferirle los respectivos honores por su obra, pero no fue posible. Sus restos fueron cremados y sus cenizas reposan hoy en su segunda patria, Estocolmo, Suecia.
Honores
Fue reconocido con el Premio Jhon Scott por la cuchilla de diamante, reconocimiento antes otorgado a Jonas Salk por la vacuna antipoliomielítica; a Marie Curie, por el Radio y sus propiedades; a Thomas Edinson, por la lámpara incandescente y a Alexander Fleming, por el descubrimiento de la penicilina, entre otros.
En su país natal, ocupó el Sillón XXVI de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales y fue designado en su honor el Departamento de Biología Estructural Humberto Fernández Morán, creado en 1997 por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
Información de: NAD