La reciente situación de adversidad que ha enfrentado el municipio Iribarren debido a las lluvias ha puesto a prueba este espíritu solidario. Sin embargo, la respuesta inmediata y efectiva de la Alcaldía local ha demostrado que, juntos, podemos superar cualquier obstáculo. En este artículo, exploraremos cómo esta institución ha hecho frente a la crisis y ha brindado un rayo de esperanza a las familias afectadas.
El alcalde Luis Jonás Reyes Flores, ha hecho un esfuerzo notable para atender las necesidades de las familias damnificadas en las parroquias El Cují, Tamaca y Águedo Felipe Alvarado. A través de la entrega del 100% de las necesidades básicas de los afectados, se ha demostrado un fuerte compromiso hacia la comunidad. «Vamos a entregar neveras, cocinas, lavadoras, colchones, camas, bastones, sillas de ruedas para las familias que tuvieron afectaciones que generaron pérdidas», afirmó, enfatizando la importancia de responder a la crisis con acciones concretas y efectivas.
Historias de agradecimiento
Sirelvi Lucena, residente del sector Andrés Bello, expresó su agradecimiento: «Agradecida con el alcalde por esta ayuda que me entregan hoy, recibiré un colchón y una nevera ya que quedé damnificada debido a las lluvias».
Del mismo modo, Jorge Camacaro, residente de Valles de Uribana, comentó: «Agradecido con el Gobierno Bolivariano porque el día de hoy me entregarán un colchón y un kit escolar, estamos felices de ser tomados en cuenta».
El sentimiento de felicidad fue palpable entre los beneficiados, como lo expresó Xiomara Castañeda del caserío La Brumita, quien entre lágrimas compartió: «Estoy demasiado feliz, qué gran bendición me dieron hoy, recibiré dos colchones y un kit escolar». Esta emoción es un recordatorio de que detrás de cada número y cada estadística hay vidas, historias y esperanzas que pueden renacer gracias a la solidaridad.
La respuesta de la Alcaldía de Iribarren ante la adversidad ha sido un claro ejemplo de cómo la unión, la empatía y el compromiso pueden marcar la diferencia en situaciones difíciles. A medida que la comunidad comienza a recuperarse, es esencial no solo seguir brindando apoyo, sino también fomentar una cultura de solidaridad que perdure más allá de los momentos críticos. La recuperación no se trata solo de reconstruir, sino también de fortalecer los lazos comunitarios y convertir la adversidad en oportunidades para crecer juntos.
Carla Martínez / Noticias Barquisimeto