La directora del Servicio Secreto de EE.UU., Kimberly Cheatle, habría renunciado tras la indignación generalizada por el trabajo del organismo a su cargo frente al atentado que sufrió a principios de este mes el expresidente Donald Trump durante un mitin de campaña en Pensilvania.
Este 22 de julio, Cheatle en el marco de una audiencia del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de EE.UU. admitió que el intento de asesinato de Trump supuso «el mayor fallo operativo» de la agencia en décadas. «Como directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, asumo toda la responsabilidad por cualquier fallo de seguridad», dijo entonces.
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Rubén Conde con información de RT