¿Qué pasa en tu cuerpo cuando reduces la cafeína?

La cafeína es el compuesto psicoactivo de mayor consumo en el mundo. Aunque no bebas café o té, lo más probable es que consumas cafeína de manera regular ya que se encuentra en todo, desde las bebidas gaseosa y remedios para la gripe hasta el café descafeinado y el chocolate.

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Cuando consumes cafeína, tu cuerpo la absorbe rápidamente, alcanzando su máximo efecto en dos horas (aunque podría tomar hasta nueve horas para eliminarla). También es soluble en agua y grasa, así que penetra todos los tejidos del cuerpo, lo que explica por qué puede afectar tantas partes de tu organismo.

A los adultos se les recomienda que no consuman más de 400 miligramos de cafeína al día (aproximadamente cuatro tazas de café). Más que eso podría generar temblores musculares, náusea, jaquecas, fuertes latidos del corazón y hasta la muerte (en casos extremos).

Pero aún las personas que sólo consumen un par de tazas de café o té al día podrían sentir efectos adversos, como irritabilidad, dificultad con el sueño y nerviosismo. Por eso un número creciente de personas están optando por dejar la cafeína.

Función cerebral

Abandonar la cafeína puede producir jaquecas, fatiga y cansancio. Esto es porque el cuerpo desarrolla una tolerancia a la cafeína.

La cafeína se adhiere a un receptor en el cerebro utilizado por la adenosina [un nucleósido importante en la transferencia de energía]. La adhesión a estos receptores hace que el cuerpo postergue el inicio de la fatiga. Pero, con el tiempo, las células del cerebro producen más receptores de adenosina para activar la adhesión normal de adenosina.

Así que, cuando dejas de consumir cafeína, hay un exceso de receptores a los que la adenosina se puede adherir. Eso hace que la fatiga y el cansancio entren normalmente en efecto, con la persona sintiéndose más cansada que antes.

Las jaquecas son el resultado del síndrome de abstinencia. La cafeína estrecha los vasos sanguíneos de la cabeza y el cuello, lo que reduce la circulación al cerebro.

Cuando dejas de beber cafeína, los vasos sanguíneos vuelven a su tamaño normal unas 24 horas después, causando un incremento en el flujo de sangre al cerebro y desencadenando jaquecas. Estas pueden durar hasta nueve días en promedio.

Una mujer con dolor de cabeza frente a una taza de café
Pie de foto,Las jaquecas asociadas con la eliminación de la cafeína pueden durar hasta nueve días.

Además, dado que la cafeína se adhiere a los receptores de adenosina (que también modulan el dolor), dejar la cafeína podría temporalmente aumentar tu percepción y sensibilidad al dolor porque hay más receptores disponibles.

La cafeína realmente sólo afecta el sueño cuando se consume en las horas avanzadas de la tarde y noche. Eso se debe a que la cafeína retarda por 40 minutos la liberación de melatonina (una hormona que nos hace soñolientos). La cafeína también reduce el tiempo total que duermes y recorta el período de sueño profundo.

Eso puede aumentar tu cansancio al día siguiente, generando un ciclo de consumo de cafeína cuando despiertas pero causándote problemas para dormir después como resultado.

Cuando dejas la cafeína, podrías ver una mejoría en tu sueño. Hay evidencia que sugiere que la mejoría se puede manifestar en tan poco como 12 horas después.

Un hombre cansado en la cama
Pie de foto,Baja calidad de sueño puede ser consecuencia del consumo de cafeína.

La cafeína también se asocia con un aumento de ataques de ansiedad y pánico, y no sólo con aquellos propensos a problemas de salud mental. La reducción o eliminación de la cafeína podría mejorar tu estado de ánimo.

Eso podría deberse en parte a que mejora el sueño. La falta de sueño puede exacerbar la ansiedad y otros desórdenes anímicos.

Pero los receptores de adenosina a los que la cafeína se adhiere también están involucrados en la modulación de otros neurotransmisores que juegan un papel en el estrés, la felicidad y el miedo.

BBC