El bruxismo es un trastorno en el que se rechinan, crujen o aprietan los dientes. Si se tiene bruxismo, es posible que, de manera inconsciente, se aprieten los dientes al despertar en las mañanas (bruxismo diurno) o que se aprieten o rechinen mientras se duerme (bruxismo nocturno).
Los expertos indican que entre los síntomas o signos están: Rechinar o apretar los dientes, con un sonido que puede ser tan fuerte como para despertar a la persona que duerma en la misma cama, dientes aplanados, fracturados, partidos o flojos, esmalte dental desgastado, por lo que se ven las capas más profundas de los dientes, mayor dolor o sensibilidad dental, dolor o inflamación de mandíbula, cuello o rostro y alteración del sueño.
Además, los profesionales de la salud, advierten que el bruxismo puede desencadenar también ansiedad, estrés y tensión, depresión, dolor de oído (debido en parte a que las estructuras de la articulación temporomandibular están muy cerca del conducto auditivo externo y a que usted puede percibir dolor en un lugar diferente de su fuente, lo cual se denomina dolor referido), trastornos alimentarios, dolor de cabeza, entre otros.
El Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial de Estados Unidos señala que existen diferentes tipos de tratamiento para el bruxismo. Cuando es leve, no es necesario de un tratamiento. Entre las recomendaciones de los expertos está la de trabajar en cambiar la posición de descanso de la boca. Esto es clave para disminuir el hábito de rechinar los dientes, disminuir las respuestas relacionadas con el estrés. En algunas personas el estrés puede ser una causa de la afección y utilizar un protector bucal que separe los dientes. Esta herramienta ayuda a prevenir el daño dental.
Carla Martínez / Con información de VTV