La venta de perniles, plato típico navideño, ha sido durante décadas un elemento fundamental en las celebraciones de fin de año en muchas culturas. Sin embargo, en los últimos tiempos, se ha observado un cambio significativo en este mercado tan arraigado en las costumbres venezolanas. Desde precios fluctuantes hasta un descenso en las ventas generales, la dinámica en torno a la adquisición y consumo de pernil ha experimentado transformaciones dignas de análisis.
Uno de los aspectos más destacados en esta evolución de la venta de perniles es el precio. Según Luis Rodríguez, trabajador del Mercado Municipal San Juan de Barquisimeto, el valor de estos productos oscila actualmente entre 3,40$ y 3,50$, una cifra que refleja no solo el costo del producto en sí, sino también las presiones económicas que impactan tanto a los vendedores como a los consumidores.
«Las ventas del pernil han decaído mucho, la gente prefiere comprar pulpa y hacer hallacas, les sale mejor», manifiesta Rodríguez.
Este aumento en los precios no ha pasado desapercibido, generando un impacto tangible en la cadena de suministro y en los hábitos de compra de la población. «Ya no es igual que antes, ya no hay gente comprando tanto pernil», afirmó.
El incremento de precios, la variación en los patrones de consumo y la competencia con otras opciones gastronómicas son solo algunos de los aspectos a considerar en este escenario cambiante. Es imperante encontrar el equilibrio entre la tradición y la realidad económica, y buscar estrategias innovadoras que permitan mantener viva la esencia de estas celebraciones sin perder de vista las necesidades y expectativas de los involucrados en este proceso de compra y venta.
Carla Martínez / Noticias Barquisimeto