Este martes 25 de marzo, la Casa Blanca hizo oficial la derogación del beneficio migratorio conocido como CHNV, que ha permitido a más de 530 mil inmigrantes de Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua residir y trabajar temporalmente en el país, tras ser avalados por un patrocinador.
La terminación del ‘parole’ representa «un regreso a las políticas sensatas, a la seguridad pública y a la idea de Estados Unidos primero», ha dicho la portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), Tricia McLaughlin.
El DHS argumentó que el programa «no aporta un beneficio público significativo, no ha sido necesario para reducir los niveles de inmigración ilegal, no cumplen sus propósitos previstos y son incompatibles con los objetivos de política exterior» de la Casa Blanca.
Además, el Gobierno Trump achacó al CHNV haber «exacerbado los retrasos» en el sistema migratorio del país que enfrenta un atasco de casos.

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Esta decisión pone contra el reloj a más de medio millón de cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos que ingresaron a EE.UU con un permiso humanitario conocido como ‘parole’ que ha sido revocado por la Administración del presidente Donald Trump, dejándolos expuestos a la deportación después del próximo 24 de abril.
Además, unas 75 mil personas presentaron bajo este beneficio solicitudes de asilo, siendo parte de lo más de 3,6 millones de expedientes que esperan ser resueltos en las cortes de inmigración, según los datos citados por la Casa Blanca.
Con información de NAD