Unos 50 palestinos murieron después de que aviones de combate de Israel realizaran un bombardeo sobre una escuela en el barrio de Naser en la Franja de Gaza.
Esta nueva masacre israelí incluyó en su mayoría a mujeres y niños palestinos. En redes sociales documentaron el nuevo crimen de guerra desde los escombros en los que quedó la escuela de Borak.
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Asimismo, informaron que los equipos de rescate llegaron 2 horas después debido a la situación de seguridad en Gaza.
Además de este bombardeo en esa escuela de Gaza, Israel sostiene un asedio contra Palestina a niveles que incluso, afecta a colonos en el territorio. Las fuerzas de ocupación habrían atacado a sus propios ciudadanos durante la incursión de la milicia de Hamás en el festival de música Supernova que se celebró en Israel, el pasado 7 de octubre.
En una serie de testimonios revelados por el portal “The Grayzone”, se conoció que el ejército israelí habría recibido la orden de bombardear zonas civiles y militares, luego de verse sorprendidos por la ofensiva de Hamás.
Tuval Escapa, miembro del equipo de seguridad del Kibbutz Be’eri, le mencionó al periódico israelí “Haaretz” que los comandantes del ejército de Israel “se vieron obligados de bombardear las casas israelíes“. Para eliminar, según ellos, a los “terroristas junto con los rehenes”.
Los ataques en Be’eri dejaron al menos 112 ciudadanos fallecidos y cientos de casas destruidas por la ofensiva israelí. En su intento por contener el avance de la milicia de resistencia palestina.
Con información de: VN