Los niños de sexto grado de la Escuela Básica Nacional de Agua Viva participaron en una enriquecedora actividad destinada a valorar e identificar el patrimonio edificado local. Este evento incluyó un paseo educativo por las inmediaciones del monumento a la Cruz de Agua Viva, y fue coordinado por estudiantes de la carrera de Turismo de la Universidad Politécnica Territorial Andrés Eloy Blanco, en colaboración con la Oficina del Cronista Parroquial de Agua Viva.
El objetivo principal de esta actividad fue sensibilizar a los jóvenes estudiantes sobre la importancia del patrimonio cultural de su comunidad, destacando el Monumento a la Cruz, uno de los bienes de interés cultural catalogado por el Instituto del Patrimonio Cultural de Venezuela. La visita permitió a los niños conocer de cerca las bondades estratégicas del mirador de la Cruz de Agua Viva.
Durante el recorrido, el cronista parroquial de Agua Viva, licenciado José Luis Sotillo, proporcionó información detallada sobre la historia del monumento, incluyendo la fecha de su creación, sus impulsores y las actividades que allí se han desarrollado desde 1928. Además, se resaltó la posición geoestratégica del lugar, con una vista privilegiada al Valle del Turbio y al Parque Nacional Terepaima.
Cincuenta niños de primaria pudieron plantear sus inquietudes y formular preguntas al cronista, enriqueciendo su conocimiento sobre la historiografía local. La actividad también fue respaldada por el marcado apoyo institucional de la Oficina del Cronista Parroquial, que durante el año promueve diversas iniciativas para atender la demanda de investigación sobre el patrimonio local.
«Este evento forma parte del proyecto de culminación comunitaria impulsado por los estudiantes universitarios Andrea Aguirre, Mariángel Mogollón, Neilin Godoy y Manuel Peña. Los docentes asistentes a la charla también recibieron valiosa información para continuar promoviendo el aprecio y la conservación del patrimonio entre sus alumnos.» Informó Sotillo
Asi mismo, se pudo conocer que la actividad no solo fomentó el aprendizaje sobre el patrimonio local, sino que también subrayó la importancia de la colaboración entre instituciones educativas y comunitarias para el enriquecimiento cultural y educativo de los jóvenes.
Zuleydy Márquez con colaboración de José Sotillo