Para el presidente de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, la gestión del presidente Nicolás Maduro, busca rescatar su relación económica, en materia petrolera, con el gigante asiático, la cual se había «enfriado en los últimos años».
De acuerdo a León el interés viene dinamizado por el avance de los BRICS, «más cuando China también parece re interesarse en incorporar la mina de petróleo más grande del mundo a su eje de influencia, en la que ya participan los grandes productores» del grupo.
En ese sentido, el economista ve como «increíble» y un «error garrafal» que esta alianza pasen desapercibidas para Estados Unidos.
«Un simple análisis geopolítico básico indicaría que empujar a Venezuela a salir definitivamente de su mercado natural (occidente) por vía de las sanciones, para que termine aliada con oriente, quien ya controla los principales suplidores de petróleo del mundo, es un error garrafal».
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Añade en su análisis que ese error «se pagará con incrementos en los precios de la energía en todo el mundo» incluyendo Estados Unidos.
Según León, durante muchos años se ha hecho saber lo «inconveniente e inútil de las sanciones petroleras a Venezuela para cumplir los objetivos políticos que se plantearon».
«Maduro mantiene el poder, sin amenazas creíbles y con opciones de movimiento hacia el eje oriental, que podría terminar por consolidar un cambio estructural en la forma de la economía venezolana, como ya ocurrió en Irán», plantea.
Insiste en que la política unilateral de Washington hacia Venezuela, ha tenido resultados que a la vista no contribuyen.
Destacó que «preservar esa estrategia fallida para evitar los costos políticos (que sin duda trae reconocer un error de cálculo) parece una locura a la luz del costo evidente de la misma».
«Entiendo que no será posible llegar a acuerdos políticos democráticamente aceptables (…) pero la peor estrategia (y lo realmente contrario a los intereses de Venezuela y de USA) es seguir con el cuento de las sanciones, sin buscar salidas inteligentes y negociaciones puntuales que permitan minimizar los costos sobre el pueblo venezolano y garantizar que nuestra producción energética pueda reinsertarse cuanto antes en el mercado occidental (que es su mercado) para apoyar su consolidación y estabilización».
Concluye al mencionar que «esto no tendría que ser un punto de división entre los venezolanos, pues no tiene sentido que alguien le siga pidiendo al pueblo que se sacrifique por una quimera de cambio que muchos queremos pero que no se consigue escupiendo para arriba».
Con informaciòn de: Globovisión