Pese a lo difícil que ha sido la situación política para la oposición y las fuertes presiones a las que esta sometida, los discursos de MCM y Manuel Rosales hoy fueron racionales e inteligentes, asegura el economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León.
MCM mantuvo su denuncia sobre la violación de sus derechos políticos y su promesa de seguir luchando por hacerlos valer, pero sin salirse de la ruta electoral. Pese a indicar que un proceso donde Maduro decide quienes pueden ser candidatos opositores no es una elección, no se fue a la ruta de bloqueo, ni a llamar a la abstención y se negó a atacar directamente la decisión de algunos partidos principales de la Plataforma Unitaria de lanzar un candidato alternativo sin su aprobación. Se resistió a atacar y acusar a Manuel Rosales, pese a las múltiples preguntas de los periodista en este sentido, buscando que lo llamará traidor (algo que sí había hecho previamente su sustituta en un programa para medios colombianos).
El consultor señala que en el caso de Manuel Rosales, su discurso se basó en explicar que la decisión de participar se tomó luego de hacer todos los intentos posibles para lograr la inscripción de Corina Yares y únicamente cuando fue indispensable para evitar que la tarjeta de su partido, válida y a disposición de la Plataforma Unitaria, se quedara fuera de juego y sin posibilidad de ofrecer a la población una opción de expresarse con el voto, pese a las condiciones poco competitivas de la elección. Rosales está siendo consistente con el discurso que mantuvo a lo largo de estos meses: “no vamos a dejar de participar en esa elección, ni apoyaremos la abstención, que ya demostró muchas veces ser contraproducente”. Indicó que no está intentando sustituir a nadie, ni es un interpuesto. Es un líder político que representa el deseo de una buena parte de la población que, queriendo que se respete el derecho de MCM, siente que ante la imposibilidad de ocurrencia de ese hecho es indispensable tener otra forma de expresarse y continuar la lucha por la única vía que quieren y saben hacer los venezolanos: el voto. La situación dista mucho de ser positiva,.
Las acciones de las instituciones nacionales vuelven a demostrar por qué hay que producir cambios relevantes en el país para rescatar su democracia. Pero por ahora los actores políticos opositores han evitado la tentación de patear la mesa, retirarse de nuevo del proceso electoral y llevar a la oposición y al país por el mismo barranco que ya cayó en 2018, incluyendo interinato, sanciones y bloqueos que afectaron mucho más al pueblo que al gobierno de Maduro.
La moderación y la negociación sigue siendo la ruta más eficiente. Este juego apenas está comenzando y es un error dejarse llevar al terreno radical, donde la oposición sería más débil y desperdiciaría su clara mayoría electoral.
Dentro de lo terrible de la situación venezolana, esta es una buena noticia. Esperemos que las presiones gigantes que vienen ahora no los desvíen. Entendemos que los riesgos siguen siendo elevados, porque los radicales de ambos lados van al ataque, pero por otra parte, hay una mayoría contundente de la población que, más allá de la frustración, la rabia y la decepción, entiende que el peor error es volver a retirarse del juego con promesas inalcanzables y ladridos de perro echado. Lo mejor siempre será votar.
Información de: El Impulso