Luis Vicente León a María Corina Machado

La gran paradoja de la política venezolana es que los actores que han rechazado permanentemente negociar con el gobierno, bajo la tesis de que cualquier interacción con él representa reconocerlo y ceder terrenos éticos, son hoy los más necesitados e interesados en negociar.

Sin pasar por ese proceso de intercambio y tragarse varios sapos, sus posibilidades reales de avance y permanencia son absolutamente nulas.

Nadie depende más de las negociaciones que quienes las han rechazado y criminalizado históricamente. Así es la política. Extremadamente cambiante y a veces contradictoria.

La buena noticia es que los líderes radicales son más proclives a flexibilizarse cuando de ello depende su propia supervivencia política. Entonces negociar ya no es una “traición a la patria” sino una “acción heroica, indispensable para resolver la crisis y ganar oportunidades de cambio que el pueblo desea y merece”.

Yo por mi parte me alegro muchísimo que terminen exactamente en el mismo punto donde tanta gente moderada y racional empezó hace años. Promoviendo pública o privadamente soluciones negociadas.

Sólo lamento que no lo hubieran hecho antes porque probablemente estaríamos mucho más avanzados.

Pero no importa. Es mejor tarde… que nunca. Felicitaciones y bienvenidos.

Luis Vicente León