La Navidad es una época mágica de tradiciones que iluminan nuestra infancia. Uno de los momentos más esperados por los más pequeños es, sin duda, el día en que pueden escribirle cartas al Niño Jesús o a Santa Claus, compartiendo sus deseos más anhelados. Esta tradición no solo se trata de recibir regalos, sino de alimentar la capacidad de creer, de soñar sin límites.
Hoy, los pequeños de la casa nos cuentan qué le pedirán al Niño Jesús, y sus respuestas son tan variadas como emocionantes.
Las cartas que los niños escriben están llenas de inocencia y sueños. Este año, Anahis Ramos, con su voz llena de ilusión, nos comparte: «Este año me he portado muy bien, y le voy a pedir a Santa Claus un maquillaje y una bicicleta».
Por otro lado, Laura Castillo expresa su emoción al desear «un juego de patines que traiga casco, coderas y rodilleras». La alegría de deslizarse sobre ruedas la motiva a pedir algo que, más allá de ser un regalo, le permitirá disfrutar.
Ahiram Lucena, con una sonrisa radiante, expresó: «Me he portado muy bien y quiero que el Niño Jesús me traiga una cocinita, una muñeca Barbie y unos patines».
La lista de deseos continúa. Lucas Toro ansía «un televisor, unos patines y una pista de carros», mientras que Luiscaris Taborda simplemente desea «una bicicleta». Estos regalos representan momentos de diversión y la posibilidad de compartir con otros, resaltando lo importante de la comunidad y la amistad en la infancia.
Klaus Pérez también tiene un mensaje especial: «Este año me he portado muy bien y le voy a pedir al Niño Jesús una piscina, unos legos y quiero que todo el mundo celebre una feliz navidad y sea un año de mucha prosperidad». Este pensamiento de Klaus muestra cómo la bondad y el deseo de bienestar para todos puede florecer desde una edad temprana.
Por su parte, Laiker Pérez se atreve a soñar en grande: «Voy a pedir una piscina, un teléfono, un juguete y un disfraz de Spiderman».
Por su parte, Ignacio Antequera desea «un astronauta, 80 marcadores de doble punta y una pistola de Ironman que lance pelotas» con un mensaje muy especial de pedir «alegría, prosperidad, amor, felicidad y paz para Venezuela y el mundo», refuerzan la idea de que los niños no solo sueñan con juguetes, sino también con un futuro mejor.
Los pequeños Aurora Navas, Milena Pérez, Mathias Pérez y Aarón Pérez por su parte, comparten el deseo común de bicicletas. Mientras que Marco Riera nos comenta que quiere un «run run» (un carrito).
Cada deseo expresado por estos niños refleja no solo su inocencia, sino también los valores de generosidad, amor y esperanza que la Navidad incita en todos nosotros. Mientras aguardan ansiosamente la llegada del Niño Jesús, también nos recuerdan que lo más hermoso de esta tradición es la capacidad de creer en algo mágico y de compartir estos momentos con nuestros seres queridos.
Así que, este diciembre, recordemos que la Navidad va más allá de los regalos materiales. Se trata de crear momentos inolvidables, de fomentar los sueños de los pequeños y de atesorar las risas, abrazos y la calidez que solo esta temporada puede ofrecer. De esta manera, cada niño que espera con fe puede convertirse en un testimonio viviente de la magia inigualable de la Navidad.
Carla Martínez / Noticias Barquisimeto