Un cigarrillo contiene muchos componentes, entre los que se encuentran, la hoja de tabaco, que
está compuesta por pequeños trozos de hoja de tabaco, tallos y otros desechos de la hoja; el papel, el filtro los cuales retienen parte del alquitrán y el humo antes de que lleguen a los pulmones; la nicotina, que es la sustancia química que provoca la adicción a los cigarrillos, el alquitrán que es un factor de riesgo para el cáncer, amonio que es un gas tóxico incoloro, el arsénico que es un elemento químico extremadamente tóxico, el monóxido de carbono el cual es el más perjudicial para las mujeres embarazadas y finalmente cianuro de hidrógeno que es una sustancia irritante que puede provocar una excesiva producción de moco.
Una vez entendido lo anteriormente expuesto, es necesario fijar lo siguiente el humo del cigarrillo
contiene más de 4.000 sustancias químicas dañinas, de las cuales unas 50 son cancerígenas y 12 son gases tóxicos, de allí es de donde proviene su alta agresividad en el organismo.
El hábito tabáquico genera múltiples daños en nuestro organismo, por ejemplo; en el sistema
cardiovascular aumenta los triglicéridos, disminuye el colesterol HDL y hacer que la sangre se vuelva
pegajosa. Esto puede provocar la formación de coágulos que bloqueen el flujo de sangre al corazón y al
cerebro. También puede aumentar la frecuencia cardíaca y la posibilidad de arritmias; en el sistema
respiratorio puede producir la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que destruye las paredes entre las bolsas de aire de los pulmones. Esto disminuye la cantidad de oxígeno que llega a la sangre; en el sistema nervioso genera dopamina, lo cual con el pasar del tiempo genera la dependencia por dicha sustancia.
Además de ello el fumar o incluso haber fumado durante alguna etapa de nuestra vida, genera más
riesgos al momento de necesitar realizarse alguna cirugía, debido a que son mayores los factores de
riesgos al momento de la administración de la anestesia.
Es por ello que resulta tan importante crear conciencia en la población de los efectos que genera en
nuestra salud el consumo de los cigarrillos, así que también te traemos soluciones, como por ejemplo
establecer un esquema diario donde se fumen menos cigarrillos, ya que evidentemente un hábito que tiene con nosotros tantos años es imposible eliminarlo de un día para otro, pero si se puede reducir
progresivamente el número de cigarros consumidos al día, hasta llegar al punto en que pueda ser
eliminado por completo, así mismo utilizar productos de tabaco con menor contenido de alquitrán, probar una terapia de reemplazo de nicotina, como chicles, caramelos, entre otros; es decir conseguir un producto que disminuya los niveles de ansiedad por consumir nicotina y que no generen daños en nuestro organismo, además de ello consumir vitamina C, la cual a largo plazo ayuda a eliminar los niveles de nicotina contenidos en la sangre.
Por último, pero no menos importante, resulta necesario que además de lo ya explicado
anteriormente, se mejoren los hábitos alimenticios, realizar actividad física al menos 1 hora al día, bien
sea algún deporte específico, caminar, entre otros, todo esto con la finalidad de permitirle al cuerpo
desintoxicarse y poder mejorar el ritmo respiratorio y la capacidad física.
¡Nunca es demasiado tarde, empieza hoy mismo!
Franyeli Nazareth Vargas Pestana
Médico Cirujano