La virgen de Altagracia ilumina Quíbor: un legado de fe y milagros

la comunidad de Quíbor celebró con devoción la festividad de Nuestra Señora de Altagracia bajo la guía espiritual de Monseñor Polito Rodríguez, arzobispo de Barquisimeto.

Durante una emotiva homilía que tuvo lugar el viernes, 24 de enero, Monseñor Rodríguez reflexionó sobre la profunda conexión entre la celebración de la Divina Pastora y la de Nuestra Señora de Altagracia, destacando que ambas figuras marianas inspiran la fe de los larenses.

«La Virgen María, en sus diversas advocaciones, siempre nos invita a la fe, a la esperanza y a la caridad. La devoción a Nuestra Señora de Altagracia es un signo de las raíces cristianas de esta comunidad y nos impulsa a mantener viva la llama de la fe en medio de las dificultades», expresó Monseñor Rodríguez.

El arzobispo hizo un llamado a los fieles a imitar la humildad y el servicio de la Virgen María, recordando su visita a su prima Isabel durante su embarazo. «María es el ejemplo perfecto de cómo servir a los demás con amor y desprendimiento», afirmó.

Tradición y fe:

Importante mencionar que esta devoción a la Virgen de Altagracia tiene más de 400 años y se celebra el tercer viernes de cada enero. Los fieles se congregaron para venerar a la patrona que, según la historia, ha sido testigo de innumerables milagros y ha dejado una profunda huella en el corazón de los quiboreños.

La historia de la Virgen de Altagracia en Quíbor está envuelta en un halo de misterio y milagros. Se dice que un devoto quiboreño encontró el sagrado lienzo sobre una mesa en una posada tras un largo peregrinaje, cumpliendo así el anhelo de sus hijas. Otro relato narra cómo un agricultor, al borde de la muerte en un río, invocó a una “virgen de la caimana” y fue milagrosamente salvado, otorgándole a la imagen este popular apelativo.

La primera procesión con el lienzo de la Virgen de Altagracia se llevó a cabo en enero de 1882 por iniciativa de monseñor Águedo Felipe Alvarado, quien deseaba engrandecer la reinauguración del templo parroquial. Desde entonces, esta devoción se ha mantenido viva a través de los años, convirtiéndose en una de las celebraciones más importantes de Quíbor.

Recorrido y celebración:

Pasadas las 7:00 PM del viernes, 24 de enero, la sagrada imagen de Nuestra Señora de Altagracia, Patrona de Quíbor, en el municipio Jiménez, salió en procesión desde la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, conocida como «La Ermita», hasta llegar a la parroquia Nuestra Señora de Altagracia.

En un recorrido de 1.5 kilómetros, lugareños y visitantes acompañaron a su Madre por la avenida Pedro León Torres. Entre cantos y alabanzas, los fieles expresaron sus agradecimientos y presentaron sus peticiones. La Eucaristía fue presidida por monseñor Polito Rodríguez Méndez.

El señor Antonio Méndez, devoto de la sagrada imagen, expresó su alegría por participar en esta importante festividad mariana para los lugareños. “Estoy agradecido con la parroquia Altagracia que nos dio la invitación a acompañar hoy día de la visita de Altagracia”, afirmó.

Méndez también destacó la presencia de la hermandad de Emaús, la cual acompaña a los fieles en el camino de entrada y el respectivo avivamiento, actividades características del grupo. Invito a la comunidad a participar de esta celebración, mencionando que “esta caminata para nosotros es bien bonita”.

Unidad y esperanza:

Monseñor Rodríguez concluyó su mensaje expresando su confianza en que la Virgen de Altagracia continuará siendo una fuente de unidad y esperanza para el pueblo de Quíbor, especialmente en momentos difíciles.

Zuleydy Márquez -Noticias Barquisimeto