La próxima cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) será el primer paso para avanzar en un proceso de institucionalización de las relaciones entre ambas regiones, aseguraron este jueves en La Paz representantes diplomáticos de España y el bloque europeo.
Latinoamérica «es no solo un socio natural, sino nuestro socio más cercano, con el que tenemos más grado de vinculación. Eso las sociedades, los pueblos de Europa y América Latina lo tienen claro y tenemos que tenerlo claro también las instituciones, los Gobiernos», dijo a los medios el embajador de España en La Paz, Francisco Javier Gassó.
Hay un «interés enorme» por parte de los Estados miembros de la UE «por avanzar en este proceso de institucionalización» de las relaciones con América Latina y la cumbre con la Celac, que se realizará el 17 y 18 próximos en Bruselas, «será el primer paso para ello», indicó.
Según Gassó, la cumbre estuvo precedida por una serie de iniciativas y encuentros entre otras autoridades europeas y latinoamericanas, como el realizado hace un año en Buenos Aires entre los cancilleres de ambas zonas.
«Esta cumbre después de 8 años será el lanzamiento de este nuevo grado de vinculación entre ambas comunidades», agregó.
El diplomático español participó en esta jornada en el primero de tres encuentros informativos que se realizarán en Bolivia sobre las relaciones UE-Celac organizados por la Delegación de la UE en el país, la Embajada de España en La Paz, la Fundación para la Paz y la Democracia y Kreab.
En el evento también intervinieron el embajador de la UE en Bolivia, Michael Dóczy, el canciller boliviano, Rogelio Mayta, y de forma telemática el director para las Américas del Servicio Europeo de Acción al Exterior, Javier Niño, y el director de la Fundación Carolina, José Antonio Sanahuja.
En su discurso, Gassó destacó que al asumir la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, España planteó entre sus «grandes prioridades dar un nuevo impulso a la asociación natural que existe» entre los miembros del bloque europeo y Latinoamérica.
Para generar una «relación entre iguales» mediante la concertación y el diálogo político, se decidió celebrar la cumbre UE-Celac «no en Madrid, sino en Bruselas», con el objetivo de que, independientemente del país que asuma el liderazgo del bloque, «lo que debe haber es una agenda común que esté interiorizada plenamente entre las dos regiones», dijo.
El objetivo de España es que mediante la cumbre se refuercen los contactos institucionales, se genere un mecanismo «estable y permanente de comunicación y coordinación» entre la UE y la Celac, se haga un seguimiento «exhaustivo» de los compromisos que emerjan durante el encuentro y se establezca una «periodicidad bienal» para su celebración, agregó.
A su turno, Niño manifestó que la UE llega a un encuentro con la región «con la que nos sentimos más cercanos» por «tantos vínculos históricos, lingüísticos, culturales».
A su juicio, el «primer gran desafío» de la reunión será transformar esos elementos que hacen de ambos bloques «socios naturales» para que sean «socios por elección».
«Es decir, no simplemente sentirnos abocados a trabajar juntos porque nos unen tantos lazos, sino trabajar juntos porque compartimos la inmensa mayoría de las agendas comunes», indicó.
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Niño señaló que si bien los países europeos y latinoamericanos no tienen «siempre la misma visión, ni las mismas prioridades», el objetivo de la cumbre es centrarse «en esos elementos comunes y trabajar juntos en los matices e ir a una mayor cooperación multilateral».
También destacó el carácter inclusivo de la reunión, en la que se podrá «hablar de todo y con todos, sabiendo que Europa tiene preocupaciones sobre ciertos aspectos de la realidad política, económica y social en América Latina y el Caribe y viceversa».
Por su parte, el canciller Mayta manifestó que el Gobierno boliviano tiene «mucha esperanza en que los pueblos europeos tengan la madurez junto a Latinoamérica para ser actores en este tiempo de construir un futuro que no nos lleve al descalabro», sino que permita construir relaciones «de reciprocidad y de complementariedad».
Con información de EFE