La Paradura del Niño: Reviviendo una tradición venezolana en 2025

La tradición venezolana de la Paradura del Niño vuelve a iluminar los corazones de los habitantes con el resonar del cuatro, maracas y violines. Desde el 01 de enero hasta el 02 de febrero, diferentes comunidades de pueblos andinos conmemoran el nacimiento de Jesús, uniendo a las personas en un acto de fe y devoción.

Una Tradición que Perdura

La Paradura del Niño, que incluye el levantamiento del niño del pesebre y su recorrido por distintos puntos, sigue siendo un evento esperado por muchos. Este ritual, profundamente arraigado en la cultura venezolana, reúne a padrinos, músicos, cantores y devotos en una celebración llena de música y oración.

María González, habitante del pueblo de Carache, estado Trujillo, comenta: «Ser parte de la Paradura del Niño es un honor. Es un momento para pedir por la salud, la paz y la unión de nuestra comunidad

Por su parte, Juan Pérez, músico local de Trujillo, añade: «Cada nota que toco durante la Paradura es una forma de conectarme con mis raíces y con la fe de mi gente. Es emocionante ver cómo esta tradición se mantiene viva a lo largo de los años.»

La Búsqueda del Niño Robado

Un aspecto particular de esta tradición es la búsqueda del Niño robado. Habitualmente, un vecino ‘roba’ la imagen del Niño Jesús, y la comunidad realiza una búsqueda emotiva con música y velas encendidas. Al encontrarlo, se le lleva de regreso al pesebre en un recorrido lleno de alegría y devoción.

La Adoración y la Ofrenda

Una vez encontrado el Niño, los padrinos lo llevan de vuelta a la comunidad para su adoración. Con rezos, rosarios y cánticos, los asistentes bendicen el hogar y expresan su fe besando la imagen. Finalmente, el Niño es colocado de pie en su pesebre, rodeado de velas encendidas que iluminan la celebración.

Los anfitriones de la Paradura culminan el evento ofreciendo a los niños una comida especial, típica de la región, como muestra de gratitud y unión.

Un Legado de Fe y Cultura

La Paradura del Niño no solo es una tradición religiosa, sino también un símbolo de identidad y cohesión social en Venezuela. En 2025, esta hermosa tradición sigue recordándonos la importancia de la fe, la comunidad y nuestras raíces culturales.

Zuleydy Márquez / Noticias Barquisimeto