En el tejido social de cualquier comunidad, la figura del juez o jueza de paz se erige como un pilar fundamental para la resolución de conflictos. No solo actúan como mediadores, sino que también son elegidos por la propia comunidad, lo que les confiere una cercanía que los convierte en agentes clave en la búsqueda de la armonía social. Este 15 de diciembre, más de 52 mil candidatos se postularán para asumir este rol tan vital, fortaleciendo así el compromiso comunitario hacia la justicia y la equidad.
«Estas elecciones son una oportunidad para que la comunidad elija a las personas más probas y con trayectoria intachable en su entorno. La elección popular no solo democratiza el proceso judicial, sino que también asegura que quienes ocupen estos cargos estén profundamente conectados con las dinámicas y necesidades locales», asegura el Abg. Carlos Peña, director político del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quien estuvo como invitado en el programa Noticias Barquisimeto, transmitido por Somos TV y Somos 93.5 FM.
Peña enfatiza que el juez o jueza de paz actuará como el Tribunal Supremo de Justicia en su localidad, estando «de la mano del pueblo». Según él, «creemos que el pueblo a través del voto va a elegir al hombre y a la mujer más probo de su comunidad».
Una de las características distintivas de este proceso es que no se requiere un título universitario para ser elegido como juez de paz. «No tiene que ser un abogado, no necesariamente tiene que tener un título universitario para ser elegido», aclara Peña.
Las funciones de los jueces de paz son cruciales para el bienestar de la comunidad. «Una de las primeras funciones que tiene que hacer es ser lo más ecuánime que pueda en su territorio, dirimir algunas controversias que existan en la comunidad y tratar de llegar a un resultado donde todos queden satisfechos», explica.
Además, la jueza o juez de paz tiene la tarea de interpretar y buscar un consenso entre las partes que enfrentan algún tipo de problema, promoviendo así la cohesión social y la resolución pacífica de conflictos.
Con estas elecciones, se espera fortalecer el tejido social y fomentar una cultura de paz en las comunidades, empoderando a sus habitantes para resolver sus diferencias de manera justa y equitativa.
Carla Martínez / Noticias Barquisimeto
