La Divina Pastora recibió un homenaje en la Plaza Macario Yépez, dónde está la iglesia Claret, por parte de los feligreses, antes de iniciar su recorrido por la avenida Lara de Barquisimeto, camino al pueblo de Santa Rosa, dónde regresa después de haber salido el 14 de enero, y recorrer las parroquias del estado Lara.
El equipo periodístico integrado por Jesús García (El Peregrino) y Yognni Silva (Toti) hacen la cobertura de todos los detalles sobre el retorno de la Virgen Divina Pastora, este sábado 23 de marzo, a su ermita en la población de Santa Rosa, en la ciudad de Barquisimeto.
Vestida de alegría retorna hoy a su Santuario la sagrada imagen de la Divina Pastora, al culminar el recorrido de su Visita 166.
La Divina Pastora es homenajeada en la Plaza Macario Yépez
El traje que luce en este camino de regreso a Santa Rosa, partiendo desde la Iglesia Claret, es una ofrenda de amor y veneración por parte la familia Agustino Recoleta, al conmemorar 125 años de la llegada de sus primeros frailes a tierras venezolanas.
Está inspirado en la advocación mariana de la Consolación, reina y madre de la Recolección Agustiniana, confeccionado en color rosado, color litúrgico que simboliza la alegría.
Esta pieza muestra, además, el escudo bordado de la Orden de Agustinos Recoletos, OAR, que representa el gozo de los corazones inquietos de todos los frailes que han seguido las huellas de Cristo al estilo de San Agustín en estas tierras.
Además, la Virgen lucirá en su cuello una medalla proveniente de la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación de Maracaibo, la cual es ofrendada por la Archicofradía de la Consolación.
Color azul en el manto
El color azul del manto es expresión de dos importantes dogmas de nuestra fe: el de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y el de su Asunción al cielo en cuerpo y alma, pero también significa el don maternal de María como mediadora entre los hombres y consoladora que acoge bajo su divino manto a la humanidad entera.
En el maternal regazo de la Divina Pastora se acuna al Niño Jesús vestido con el hábito blanco de los Frailes Agustino-Recoletos, el cual exterioriza el sentido misionero de la Orden.
De gratitud y esperanza se colmará este día especial, junto a nuestra Madre.
Con María, caminemos en comunión.
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