El pasado domingo 14 de abril, un joven venezolano de 19 años, perdió la vida en Canyon Lake, en Texas, EE. UU., cuando se disponía a divertirse en un lago junto a su hermano y otros amigos. Identificado como, Roiner Alejandro Rojas Pereira, entró a nadar usando un tubo flotador y de repente comenzó a gritar pidiendo ayuda.
“Mi perro empieza a llorar y él empieza a gritar ayuda, ayuda y tiene los brazos (extendidos) en el agua, y después se hunde y desaparece”, relató Ana Palencia, una amiga del fallecido.
Autoridades, familiares y voluntarios se unieron en la búsqueda durante seis días utilizando helicópteros, radares, drones submarinos y tradiciones ancestrales sudamericanas, como el ritual de la vela flotante, en un esfuerzo por encontrarlo.
El lago que cuenta con una profundidad que podría alcanzar los 100 pies y una temperatura gélida que dificulta la visibilidad, ademas de las corrientes subterráneas y obstáculos como algas y ramas, complicaron los esfuerzos de rescate.
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El dolor se convirtió en necesidad al afrontar los gastos funerarios para darle una despedida digna, por lo que sus más allegados iniciaron una colecta para cubrirlo, debido que el pasado 20 de abril, se logro localizar el cuerpo de Roiner.
“Necesitamos ayuda para poder pagar la cremación. Les pido de corazón que nos ayuden, hemos logrado recaudar algo pero no suficiente. Cualquier aporte, aunque sea pequeño, será de gran ayuda. Gracias”, expresó Ana Palencia.
Roiner tan solo tenía tres meses de haber llegado a EE.UU., tras atravesar la selva del Darién, Centroamérica y la frontera con México junto a su hermano con la esperanza de ayudar económicamente a su padre.
Testimonios de amigos, Roiner tenía grandes sueños para su futuro, incluyendo estudiar ciencias políticas y aspirar a la presidencia de Venezuela.
Carlos Sierralta / Fuente Versión Final
