El principal fiscal del Vaticano apeló un fallo judicial que mayormente desmanteló su teoría de una vasta conspiración para defraudar a la Santa Sede de millones de euros pero halló culpable a un cardenal de malversación de fondos.
El fiscal Alessandro Diddi presentó su apelación días atrás, luego que el tribunal de tres jueces emitió su veredicto en un complicado juicio financiero que exhibió los negocios turbios del Vaticano y puso a prueba el peculiar sistema legal en una monarquía absoluta en el centro de Europa.
Si bien los titulares sobre el veredicto emitido el sábado se enfocaron en la sentencia de cinco años y medio de cárcel contra el Angelo Becciu, el corazón de la decisión dejó claro que los jueces rechazaron la mayoría del caso de 487 páginas presentado por Diddi. Diddi había acusado a Becciu y a otras nueve personas de fraude, malversación de fondos, extorsión, corrupción, abuso del cargo y manipulación de testigos en conexión con una malograda inversión del Vaticano en una propiedad en Londres.
Diddi había pedido penas de cárcel de hasta 13 años para cada uno de los acusados, y 400 millones de euros como restitución. Al final, el tribunal presidido por el magistrado Giuseppe Pignatone exoneró totalmente a uno de los acusados y halló culpables a los demás pero solo de unos pocos cargos, aunque igual les ordenó pagar 366 millones de dólares en compensación.
En el Vaticano, al igual que en Italia, los fiscales pueden apelar fallos al mismo tiempo que los acusados. A diferencia de Italia, las dos partes deben presentar sus apelaciones antes de que el juez emita sus razonamientos por el fallo por escrito, aunque las pueden enmendar, dicen abogados.
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En este caso, Diddi presentó una moción de tres páginas el 19 de diciembre pidiéndole al tribunal de apelaciones del Vaticano que halle culpable a cada uno de los acusados por todos los cargos presentados, aunque la corte falló que muchos de los delitos mencionados simplemente no ocurrieron.
El enfoque principal del juicio fue la inversión de 350 millones de euros hecha por el Vaticano para convertir un antiguo almacén de Harrod’s en apartamentos de lujo. Diddi sostuvo que intermediarios y monseñores de la Santa Sede desfalcaron al Vaticano por decenas de millones de euros en tarifas y comisiones, y que extorsionaron a la Santa Sede por 15 millones de euros (16,5 millones de dólares) para ceder el control de la propiedad.
Con información de El Universal