La fundación venezolana, Open Scene de Thamara Bejarano, se encuentran en el ojo del huracán tras la decisión del Gobierno de Florida, en Estados Unidos, de suspender un subsidio anual de 25 millones de dólares. La razón: falta de pruebas que justifiquen su aporte cultural al Estado.
Pese a recibir un cuantioso subsidio, no ha logrado demostrar logros específicos, ni beneficios tangibles para la comunidad. En cambio, se sospecha que gran parte del dinero se destina al lujo y confort de sus miembros.
Bejarano, adquirió propiedades en zonas exclusivas de Florida y disfruta de un estilo de vida llena de lujos. Esta situación ha generado sospechas sobre el uso indebido de fondos y ha puesto en tela de juicio la legitimidad de su fundación.
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Asimismo, el caso de la fundación Open Scene enciende las alarmas sobre el posible abuso del asilo político. Así como la utilización de fundaciones como fachada para obtener beneficios personales. Se hace un llamado a los organismos internacionales que financian este tipo de iniciativas a realizar investigaciones exhaustivas y exigir mayor transparencia.
Fuente: Venezuela New