Espiritistas de Venezuela llenos de fe y compromiso se preparan con el fin de homenajear a la Reina de las montañas yaracuyanas María Lionza, este tradicional evento une a todos sus creyentes quienes incluso desde dos o tres meses antes acuden “al fogueo”, es el acto previo realizado por las materias para su presentación en el Baile en candela que se realiza todos los 12 de octubre.
Esta práctica cultural, está relacionada directamente con el Día de la Resistencia Indígena, en Chivacoa, municipio Bruzual del estado Yaracuy, año tras años los preparativos, al parecer se van perfeccionando a pesar de las diferentes dificultades ocasionadas por la pandemia del Covid -19 y el deceso desde hace dos años de la Sacerdotisa Juana de Dios, sus seguidores resaltan que no dejaran morir la tradición y los esfuerzos logrados por la misma durante más de 70 años.
Sin embargo, ante todo lo que representa a nivel cultural y espiritista la licenciada Lisbeth Navas, quien funge como sacerdotisa de Sorte, es quien quizás en los próximos meses pudiera asumir el cargo en representación de los tres sectores El Loro, Quibayo. “Esta elección la realiza directamente la reina María Lionza por medio de rituales y manifestaciones y hasta aún no se ha manifestado con esta elección”.
Yhonger Guitiérrez, miembro principal de la asociación de espiritistas del estado Lara, confirma que “el baile en candela es una tradición muy hermosa, cultural en donde se le brinda homenaje a nuestros indígenas, la reina María Lionza fue una reina aborigen con un corazón lleno de nobleza que ofreció mucho por el rescate de las tierras y de la naturaleza, este año nuestras peticiones van enfocadas a enaltecer el feminismo y ese poder de las féminas, tal cual lo defendió de manera contundente nuestra reina.”
Aseguró, que «muchas personas tienen un mal enfoque del baile y de todo lo que la reina representa, el baile no se hace para probar las materias y quien es mejor que otra, al contrario se trabaja para llevar un mensaje positivo enfocando la esperanza, el trabajo, el desempeño que somos capaces de realizar de manera de salir adelante.»
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Por su parte, representantes del Consejo Nacional de Espiritistas de Venezuela, resaltó que para el año 2023, la celebración del baile en candela contará con participación de más de 500 espiritistas en montaña, los cuales estarán plenamente identificado con su carnet que los acredita como miembros activos y podrán así brindar el apoyo que se amerite.
La historia
Yara Waichia, una mujer indígena de grandes ojos verdes bajo extensas pestañas y una negra cabellera que cubre toda su espalda, nació para ser la reina de América, por eso era la referente que adoraban los aborígenes antes de la invasión y masacre del Imperio español.
Esto describe y coincide con los relatos sobre la historia y origen de que la naturaleza se hizo mujer en una hermosa diosa indígena quien es protectora de las aguas, la fauna y dueña del amor, a pesar de que con el tiempo se expandió y han alterado su mito.
Luego de resistir la invasión colonial, se le conoció de varias formas, desde María La Onza hasta como se le llama hoy, María Lionza, principalmente por la influencia española que trató de hegemonizar su figura y borrar de la historia sus rasgos indígenas, sin embargo, sigue siendo la diosa de un respetado culto que es cotidiano entre los venezolanos y admirado por muchos en el mundo.
La conocida india Yara era la hija del cacique Yaracuy de la tribu jirahara y también tenía parentesco con otros reconocidos caciques, ya que era la nieta de Chilúa y biznieta de Yare. Es descrita en varios pasajes sobre su origen como una mujer que por sus ojos casi fue sacrificada, debido a un presagio del chamán de la tribu que predijo que cuando naciera una niña con ojos verdes grandes traería muerte y destrucción a todos.
De acuerdo con Richard Pérez, presidente de la Federación Venezolana de Espiritismo (FVE), esa predicción no estaba representada en María Lionza como un ser maligno sino que con ella se anunciaba la llegada del hombre blanco a sus tierras, es decir, el arribo de los españoles.
Aunque hay muchos relatos sobre esta diosa indígena, con el paso de los siglos y los intentos por transformar el origen de esta devoción, Pérez, conocido como guardián de María Lionza, cuenta que desde la práctica cotidiana que ha pasado de generación en generación, esta diosa es universal y vive en el imaginario colectivo.
Es una representación popular sembrada en el corazón de los venezolanos y venerada en el monumento natural cerro María Lionza, en el estado Yaracuy, una tierra que antes de la invasión europea era habitada por indígenas.
Además, por lo que representa su vínculo directo con la naturaleza, las creencias indígenas y populares de Venezuela, Yara ha sido fuente de inspiración para muchos como el cantautor panameño Rubén Blades, quien compuso una canción en su honor y describe en la letra a una diosa de gran belleza y bondad que vive en la montaña de Sorte, amada por la naturaleza e iluminada de caridad.
De esta manera, su culto ha llegado hasta muchos lugares del país y la montaña en la que se concentra su historia es desde hace décadas un lugar de peregrinación para los practicantes del espiritismo o marialonceros.
Zuleydy Márquez Noticias Barquisimeto