Cuando se habla de Parkinson, la mayoría de las personas piensan de forma automática en una enfermedad, sin embargo, resulta crucial entender la complejidad que conlleva un paciente que padece de Parkinson hoy en día, pues más allá de los clásicos temblores, esta enfermedad es catalogada como neurodegenerativa y multifacética, un tema que fue abordado en profundidad por la Dra. Laura Vink y Thais Hurtado miembros de la Fundación Parkinson Barquisimeto.
Las especialistas, en entrevista para el programa Actualizando transmitido por Somos TV y Somos 93.5 FM, destacaron que se asemeja en impactó al Alzheimer, y conlleva serias implicaciones para la salud, la economía y la capacidad laboral, afectando incluso a personas tan jóvenes como de 35 años.
«Si tú te pones a dar cuenta de cuánto implicaría eso para un riesgo salud, economía, país, estamos hablando de necesidades económicas, necesidades de servicio médico y sobre todo, incapacidad de personas que, por ejemplo, como la enfermedad de Parkinson, puede iniciar a partir de inclusive los 35 años», declaró la neuróloga.
Además de ello, destacan una gran diferenciación dentro del mismo Parkinson, la cual muchas personas desconocen, pues presenta dos variantes principales, como son, el de adulto y el juvenil. «No todos los pacientes experimentan temblores; algunos padecen de Parkinson cinético o rígido, caracterizado por dolores en el hombro, la mano o la pierna, a menudo diagnosticados erróneamente como osteoporosis o artritis».
A medida que la rigidez muscular progresa, aparece el temblor, revelando la verdadera naturaleza de la enfermedad, explicaron: «Por lo menos ya después de que operan a alguien, por ejemplo, del hombro, a este, un año después empieza a temblarle la mano y con mayor rigidez resulta que no se soluciona el problema, y podemos decir entonces que tenemos una enfermedad de Parkinson tipo A cinético ascendente, es decir, rígido».
Además, el Parkinson tiene un componente no motor significativo que afecta gravemente el bienestar emocional y psicológico del paciente, trastornos del sueño, problemas de memoria, depresión y agitación pueden manifestarse años antes que los síntomas motores, por lo cual señalan que estos problemas pueden anunciar la enfermedad décadas antes de su diagnóstico definitivo.
Mencionaron también, que el impacto del Parkinson no se limita al paciente, sino que afecta profundamente a su familia, la carga emocional y física de cuidar a un ser querido con una enfermedad crónica implica que toda la familia enfrenta la enfermedad. «Los problemas psiquiátricos asociados, como la ludopatía, complican aún más la situación, especialmente en aquellos que utilizan medicamentos como la levodopa».
En otro orden de ideas, destacan como recientes investigaciones han revelado una conexión crucial entre el intestino y el cerebro, conocida como el segundo cerebro, que desempeña un papel vital en la salud neurológica, «la flora intestinal influye directamente en el bienestar cerebral. Factores genéticos también contribuyen a la variabilidad de la enfermedad, con mutaciones que afectan la producción de proteínas esenciales, alterando significativamente el curso del Parkinson».
En este sentido, las especialistas explican que entender la profundidad del Parkinson es esencial para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias, lo que permite un manejo más integral de la enfermedad, abordando tanto los síntomas motores como los no motores, y resalta la importancia de un seguimiento constante y de una investigación continua para descubrir nuevas formas de tratamiento y apoyo.
La lucha contra el Parkinson no solo implica atender los síntomas visibles, sino también comprender y tratar los aspectos ocultos que afectan a cada paciente de manera única: «De verdad que ahí pueden entender ustedes todo lo que está sucediendo en estos momentos con el avance que tiene esta enfermedad en estos momentos», concluyeron.
Rubén Conde/Noticias Barquisimeto