El abuso sexual infantil se caracteriza por una relación desigual de poder, donde un niño, niña o adolescente es víctima de una persona adulta o coetánea. “Este abuso no solo incluye el acto coital, sino también tocamientos en zonas íntimas, besos y caricias con interés sexual, así como insinuaciones verbales con contenido sexual”, así lo indicó la Licenciada Edwilin Romano, especialista en tratamiento psicológico a niños y adolescentes
Romano, quien en motivo del día para la prevención del abuso sexual a menores de edad concedió una breve entrevista a Noticias Barquisimeto, señaló que para prevenir el abuso sexual infantil, es crucial que los padres eduquen a sus hijos sobre este tema desde la infancia, de manera gradual y con respuestas claras según su nivel de entendimiento.
“Llamar a las partes del cuerpo por su nombre ayuda a los niños a distinguir entre diferentes tipos de caricias y las emociones que pueden provocar, como vergüenza, alegría, angustia, temor, agrado, desagrado y placer. Esto les permite evitar contactos que les generen desagrado, incomodidad y desconfianza”, indicó la especialista.
Considera también fundamental explicar a los niños sobre los límites corporales y el respeto por su propio cuerpo y privacidad. “Deben saber que su cuerpo es privado y que nadie debe tocarlo sin su consentimiento, especialmente en sus zonas íntimas. Los niños tienen derecho a decir NO y su palabra debe ser respetada”, agregó.
La psicóloga añade que también es importante educar a los niños sobre el uso de «secretos» y enseñarles a diferenciar entre los secretos “buenos”, que producen alegría y se guardan para dar una sorpresa, y los “malos” que causan malestar, dolor, incomodidad, inquietud, miedo, culpa y no se deben guardar.
Por otra parte, resalta que los padres deben crear un ambiente de confianza donde los niños puedan expresar sus preocupaciones sin temor y sepan que pueden recurrir a personas de confianza sean madres, padres, otros familiares, docentes, personal médico, en caso de necesidad.
“Es vital evitar centrarse exclusivamente en los peligros y alarmismos que puedan atemorizar al niño o adolescente. La información debe ser equilibrada, filtrada según su nivel de entendimiento y presentada con estrategias lúdicas en niños más pequeños para que el aprendizaje sea significativo”, añadió.
“Además de la educación sexual, es importante brindar una educación psicoafectiva que enseñe a los adolescentes a asociar la sexualidad con la afectividad, transmitiendo valores y respeto por su propio cuerpo y autocuidado”.
Para ella como especialista del área estas medidas son esenciales para proteger a los niños y adolescentes del abuso sexual y garantizar su bienestar y desarrollo integral.
Rubén Conde/Noticias Barquisimeto