Un reciente estudio de la asociación civil «Con La Escuela» reportó que existe un 15,45 % de inasistencia estudiantil en las instituciones públicas. Las dificultades en el hogar, como servicios públicos y bajo poder adquisitivo son una de las razones por las que se presentó este índice en el país.
“Es un problema de inasistencia multifactorial. Los muchachos faltan por problemas de servicios públicos, concretamente, el agua es el factor que tiene mayor incidencia, también la electricidad y el problema del transporte, lamentablemente no hay transporte escolar”, explicó Óscar Iván Rose, coordinador de la organización.
Rose aseguró que la poca frecuencia en la llegada a la escuela puede producir que los niños tengan un retraso en su proceso de aprendizaje, disminuyendo la calidad de estudio para sí mismos.
“Cuando el alumno no asiste con frecuencia, se empieza a producir una pérdida de aprendizaje, y esa pérdida, dependiendo del volumen de inasistencia, va a ser más grave (…) Cuando el niño llega a primer grado y no ha aprendido a leer, va a necesitar un docente especializado y no es justo que le pase eso. Si no aprende a leer, ¿Qué va a aprender luego?”, manifestó el docente.
Aseguró que las intermitencias en el programa de alimentación, suministrado por el Gobierno nacional, producen que los padres pertenecientes a comunidades de escasos recursos opten por enviar a sus hijos solo cuando se les garantiza su alimento. “Cuando falla el programa de alimentación escolar los padres no los mandan a escuela (…) preguntan si habrá comida y si no hay, pues no envían a los estudiantes”, agregó.
En el caso de los adolescentes, son de los grupos más afectados, debido a que muchos asumen responsabilidades en sus familias. “En la medida en que van creciendo se alejan cada vez más y hay un proceso de deserción, sobre todo en los adolescentes, los retiros son comunes en esa edad”, apuntó Rose.
“La inasistencia es intermitente. Inclusive, en el caso de los educadores, cuando llegan a la comunidad los mismos muchachos les dicen no podré ir mañana porque tengo que ir a hacer la cola de gas”, lamentó el representante de Con La Escuela.
Afirmó que en el caso de la ausencia de docentes, también es una problemática que hay que abordar, desde aumento salarial hasta mejores condiciones de trabajo, debido a que estas también son razones por las que un maestro no puede impartir clase de lunes a viernes.
“Hay una situación con el horario mosaico, que hay cinco días a la semana, pero solo se dicta clase tres días a la semana porque a los maestros no les alcanza ni para el pasaje, trabajan por vocación (…) Muchos docentes están en esas circunstancias, y mientras esto siga, va a ser muy difícil que dejen de faltar”, aseguró el especialista.
Exhortó a las autoridades a establecer como prioridad continuar con la educación y buscar mejorar las problemáticas desde los hogares, tanto de los niños, como de los docentes. “Es un problema que hay que abordar, no solo desde el punto de vista de los servicios públicos, sino desde todos los aspectos”, concluyó Rose.
Con información de Versión Final