Cada 28 de diciembre, el Día de los Inocentes se celebra con un curioso contraste entre memoria histórica y humor, partiendo de esa hipótesis el equipo de Noticias Barquisimeto les describirá cómo fue, lo que comenzó como un recuerdo sombrío, con el tiempo, adoptó un carácter lúdico gracias a tradiciones medievales.
La raíz histórica de esta fecha se encuentra en el Evangelio de Mateo, que relata el infanticidio ordenado por el rey Herodes el Grande tras el nacimiento de Jesús, considerado por los sabios de Oriente como el nuevo rey de los judíos. Enfurecido por la falta de cooperación para localizar al niño, Herodes ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén, dando origen al Día de los Santos Inocentes.
En el estado Lara, esta colorida celebración se lleva a cabo en el Municipio Andrés Eloy Blanco, en la población de Sanare. Aquí, la festividad se conoce como La Zaragoza, una fiesta popular tradicional venezolana cristiana. Durante esta celebración, las calles de Sanare se llenan de personajes estrambóticos con singulares máscaras llamados zaragozas2. Estos personajes, vestidos con trajes y máscaras multicolores, bailan al son del tamunangue, la principal expresión musical y cultural del estado Lara.
La familia Pérez Almeida, relata que desde hace más de 30 años, viaja a la población de Sanare, es un viaje seguro y cada uno de nosostros tratamos de pedir las vacaciones en diciembre para poder cumplir con la tradición, acompañamos a los zaragozas y escuchamos las mismas, llegamos el 27 con el fin de salir a la festividad desde el llamado a los participantes.
Por su parte, Rosa María Luna, cuenta que «es una tradición hermosa, colorida y que año tras año se ve más participación, este tipo de eventos culturales se deben mantener para ese rescate cultural de nuestro país.»
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La Zaragoza evoca la locura de las madres que perdieron a sus hijos durante la matanza ordenada por Herodes. Este día es rememorado por los zaragozas, quienes danzan por todo el pueblo andino para honrar a los niños inocentes ejecutados. La celebración incluye rezos, procesiones y danzas libres, creando un ambiente de júbilo y diversión.
Con el paso de los siglos, esta trágica conmemoración se fusionó con la «fiesta de los locos» de la Europa Medieval. Durante el invierno boreal, el cese de actividades agrícolas daba lugar a esta celebración que rompía con las normas sociales, permitiendo la creatividad, la burla y el desorden. De esta manera, el Día de los Inocentes incorporó las bromas y parodias que hoy conocemos.
Este día ha pasado de ser un recuerdo sombrío a una tradición que mezcla la memoria histórica con el humor, perpetuando un curioso contraste entre tragedia y celebración.
Zuleydy Márquez / Noticias Barquisimeto