Muchos estudios documentan la efectividad del ajo en el tratamiento de la hipertensión arterial.
Un artículo de Jacinto García Gómez y Francisco Sánchez-Muníz, que explora los efectos cardiovasculares del ajo, explica que a lo largo de la historia “el ajo ha gozado de una gran variedad de aplicaciones”. Además de su uso culinario, “también se ha utilizado como elemento religioso, higiénico, medicinal e incluso, ya en el campo de las creencias más misteriosas, se le ha atribuido, según la leyenda, un poder de protección frente a los vampiros”.
Se sabe que los antiguos egipcios lo utilizaban como tónico cardíaco, como se indica en el papiro del Código de Ebers.
“El grueso de estudios, tanto epidemiológicos como clínicos y de laboratorio, señala que el ajo puede tener efectos positivos sobre los factores de riesgo cardiovascular, ya que reduce la hiperlipidemia, la hipertensión y previene la formación de trombos”, señalan García Gómez y Sánchez-Muñíz.
“Los escasos efectos secundarios del ajo, como el olor o las molestias digestivas, hacen de él y de sus componentes químicos una atractiva herramienta terapéutica en el campo cardiovascular, acercando la posibilidad de prolongar la vida sin poner en peligro su calidad”, agregan.
¿Qué es la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial “es una enfermedad crónica caracterizada por un incremento continuo de las cifras de la presión sanguínea por encima de los límites sobre los cuales aumenta el riesgo cardiovascular”, explican Carmen Salazar, Jan Costa, Nelsy García, María Pérez y José Velásquez en un artículo publicado en la Gaceta Médica de Caracas.
Es uno de los mayores problemas de salud pública. “Cada año mueren más personas por enfermedades cardiovasculares que por cualquier otra causa”, indican.
Un estudio en Caracas, Maracaibo y Valencia, liderado por el Observatorio de Riesgo en Salud de la Dirección de Medicina Comunitaria y Programas Sociales del Centro Médico Docente La Trinidad, reportó que “Venezuela presenta una de las prevalencias de hipertensión arterial más altas de Latinoamérica”.
¿Es efectivo el ajo en el tratamiento de la hipertensión arterial?
El ajo podría ser una alternativa o un complemento “en la modulación de los lípidos séricos, como efecto de inhibir la biosíntesis de colesterol, suprimir la oxidación de lipoproteínas de baja densidad, y por medio de la excreción de ácidos biliares, proporcionando un efecto cardioprotector clinicamente relevante”, indica Florencia Disipio en su trabajo final de grado para la licenciatura en Nutrición.
Hace una distinción entre los tipos de ajo, la preparación, la dosis y tiempo de administración. Destaca que, según su revisión, presentó mayor efectividad el extracto de ajo envejecido.
Disipio advierte que está pendiente entonces la determinación del tipo de ajo adecuado y sus dosis óptimas, “lo que permitiría a los profesionales de la salud ofrecer recomendaciones precisas y seguras sobre su implementación como parte del tratamiento de las alteraciones de perfil lipídico”.
El ajo es una opción complementaria para tratar la hipertensión arterial
Un ensayo clínico desarrollado entre agosto y noviembre de 2021 en 39 pacientes adultos del estado Tlaxcala, México, determinó la efectividad del uso del ajo Allium ampeloprasum para reducir la tensión arterial y dislipidemias.
“Ya que el Allium ampeloprasum fue altamente tolerado puede considerarse como una opción de tratamiento complementario para la hipertensión arterial y dislipidemias”, indicó Luis Alfonso Galeno Chimal, autor de la investigación.
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Un trabajo reciente, que revisó 4 libros y 15 artículos en bases de datos desde mayo a octubre de 2021, hizo la síntesis de los datos más relevantes con los que se permite concluir que se apoya el uso del ajo “para la prevención de enfermedades cardiovasculares, y por tener escasos efectos secundarios hacen del mismo y de sus componentes químicos una atractiva herramienta terapéutica en el campo cardiovascular”.
Zuleydy Márquez con informacion de RT