Cada cuarto viernes de octubre se celebra el Día Internacional del Champagne, una de las bebidas mas exquisitas y famosas en todo el mundo. Es sinónimo de elegancia, glamour y buen gusto.
Origen
El Champagne es una bebida espumosa originaria de la región de Champagne (Francia). Esta bebida es Denominación de Origen de los vinos espumosos franceses.
Se estima que fue descubierta en el siglo XII gracias al monje Dom Pierre Pérignon, el responsable de una bodega de vinos. Observó que el vino tenía burbujas pequeñas que presionaban los tapones de las botellas. Al probar el líquido efervescente surgió el origen de esta exquisita bebida.
Las claves de un buen champán
Criterios aromáticos
Es una de las cualidades imprescindibles de un champán de calidad: debe ser aromático.
Para saber si este licor es de buena calidad o no, hay que fijarse en si evoluciona. Esto es así porque un buen champán debe evolucionar con el paso del tiempo y ofrecer notas y aromas distintos a medida que pasan los minutos desde que se ha servido en la copa.
Debe tener notas de fruta fresca (pera, limón o manzana) y combinarlas con otras gamas tostadas, como podrían ser los frutos secos, el brioche o distintos productos de panadería.
Criterios visuales
Las burbujas de esta bebida deben ser pequeñas y subir lentamente hasta la superficie. Este hecho es de relevancia, ya que así el consumidor puede saber el grado de integración y si dicho champán se ha sometido a una larga crianza.
Este licor, para que sea de calidad, debe tener un color pálido. No importa si se trata de un champán blanco o rosado, siempre debe poseer un color claro.
Además, que una serie de pequeñas burbujas se acumulen en el cristal de la copa es una buena señal, aunque no es algo imprescindible. Esto indica que la bebida es fresca y se encuentra en buen estado de conservación.
Leer También: Bajada de La Chinita se celebra este sábado 28
Criterios referentes al sabor
Con respecto al sabor, se puede comentar que el buen champán aporta frescura y deja un final largo y gustoso en la boca de quien lo bebe. Además, es vital que tenga sabor a fruta.
Este licor, si es de buena calidad, tiene una textura cremosa y cuerpo, además de que se desliza suavemente por el paladar.
La acidez correcta es la que resulta refrescante, con un sabor que no resulte agresivo.
Con información de Agencias