El presidente de Mercosur, capitulo Lara, Yoel Nasser introdujo una demanda civil contra el Club Ítalo de Barquisimeto, luego de ser sancionado por «morosidad» y «presuntos» tratos irrespetuosos contra el personal administrativo de esa institución, donde el empresario es socio.
Según versiones aportadas por miembros del club social, el pasado 22 de agosto de 2024, la junta directiva del Ítalo remitió a la junta disciplinaria una serie de denuncias presentadas por el personal administrativo, sobre el comportamiento «irrespetuoso» del empresario Yoel Nasser, abriendo un procedimiento que, tras escuchar las partes, se le suspendió por cuatro meses el ingreso a las instalaciones del complejo familiar.
El presidente de Mercosur, quién despacha desde el Círculo Militar de Barquisimeto, apeló la sanción ante el Consejo de Honor del Club Ítalo, instancia que «RATIFICÓ» la medida disciplinaria, por lo que Nasser, al no estar conforme con esta decisión, acudió a los tribunales para ejercer un «Amparo Constitucional», recurso que fue declarado «INADMISIBLE» por el Juzgado Segundo de Primera Instancia Civil del Estado Lara, por cuánto «nunca se violó el debido proceso ni el derecho a la defensa» del sancionado, «SIENDO COSA JUZGADA».
Un mes después Yoel Nasser interpuso otra acción de «Amparo Constitucional» en los mismos términos que el anterior, ante el Tribunal Primero Civil, donde se declara «Parcialmente Con Lugar» la acción de Amparo, ordenando reponer el procedimiento administrativo disciplinario a una nueva audiencia de conciliación, lo que fue apelado por ambas partes está decisión, y fue el Tribunal Superior Tercero Civil a cargo de la Juez Rectora, Marvis Maluenga, quien declaró «Sin Lugar» el recurso de apelación del Club, anulando todo el procedimiento disciplinario contra el presidente de Mercosur, y condenado al Ítalo a pagar las costas del proceso.
Posteriormente, en febrero de 2025, Nasser presentó ante el Tribunal Segundo Civil del estado Lara, dos demandas contra el Club Ítalo de Barquisimeto, una por «intimación de honorarios» y otra por «daños y perjuicios», donde reclama la suma de más de DOS MILLONES DE EUROS, alegando el daño moral y psicológico que le ocasionaron por la sanción disciplinaria.
«Resulta inconcebible como, ante el comportamiento irregular e irrespetuoso del socio del club Joel Nasser, este acude a los órganos jurisdiccionales para pretender obtener una elevada suma de dinero, valiéndose de supuestas influencias políticas, poniendo en riesgo el patrimonio social, cultural y deportivo de las miles de familias asociadas al Club Ítalo de Barquisimeto», manifestó uno de los socios durante una asamblea general para tratar este grave caso.
Equipo de investigación/NB
