El juicio contra Daniel Sancho por asesinato premeditado continúa y los detalles del caso son muchos. Durante las primeras declaraciones del joven ante la Policía tailandesa, en las que reconoció hasta en tres ocasiones que había acabado con la vida de Edwin Arrieta golpeándole contra el lavabo, el hijo de Rodolfo Sancho también contó algunas de las partes más truculentas del presunto crimen.
En un testimonio fechado el 16 de agosto, cuando Sancho ya estaba encarcelado y la autopsia del fallecido estaba en proceso, el joven relató que no había apuñalado al doctor colombiano antes de que muriera, pero reconoció que, en el momento de proceder a descuartizarle, las cosas no salieron del todo como quería.
«El cuchillo con el que corté el cadáver no estaba lo suficiente afilado. Me enfadé y se lo clavé en la cara», aseveró.
Durante este interrogatorio, Sancho también reconoció no recordar en cuántos trozos había desmembrado el cuerpo de Arrieta, pese a que en las declaraciones que dio después de ser arrestado (del 3 al 7 de agosto) hizo un dibujo especificando 17 cortes.
«No recuerdo cuántos trozos, quizás 17 o 20 empaquetados en unas 8 o nueve bolsas, pero no recuerdo qué parte contenía cada una», señaló. «En ese momento no podía controlarme. Tenía miedo, confusión, muchas emociones… no podía controlarme», reconoció al ser preguntado sobre por qué ya no recordaba el proceso.
Además, Sancho ratificó en ese momento lo que había declarado con anterioridad tras el suceso. «Me gustaría confirmar el testimonio original del día 6 de agosto en la medida que no sea contrario a este», reza el informe.
Los forenses ratifican la pelea
Por otro lado, durante la sesión de este martes se pudo escuchar la declaración de los médicos forenses que realizaron las autopsias y del teniente coronel de la Policía tailandesa Somsak Noru, que hizo los interrogatorios los primeros días. La jornada finalizó con los dos primeros abogados que representaron a Sancho en Tailandia y tres personas que le asistieron con la traducción durante los interrogatorios policiales.
Durante la sesión se puso el foco en los daños que presentaba el cráneo de Arrieta, compatibles con una pelea, como ha relatado Sancho en varias ocasiones. Según fuentes presentes en la vista oral, los forenses declararon que esos daños «no son naturales, sino fruto de una contusión o golpe ejercido con mucha violencia». En esa línea, dijeron que los golpes «son compatibles con un puñetazo o con un objeto rígido».
Según el informe final de la autopsia de Arrieta, el cráneo de la víctima presentaba una herida rasgada en la ceja derecha; el globo ocular derecho colapsado; una herida desgarrada en la nariz y el cartílago roto y deformado; moretones en el ojo izquierdo y desgarros desde el lóbulo de la oreja derecha hasta el mentón.
El juicio, en su recta final
Sancho finalmente declarará este jueves después de que se barajara que lo hiciera este miércoles en la sesión vespertina del proceso judicial (por la mañana en España). Al finalizar el juicio este martes, su abogado tailandés dijo que todo dependería de «si hay tiempo después de los testigos de la coacusación y de cómo afecte al funcionamiento del tribunal un apagón previsto de electricidad».
Con respecto a la coacusación, el abogado de la familia Arrieta Juango Ospina se sentará como testigo ante la imposibilidad de que lo hagan los padres o la hermana del fallecido.
Ospina será el encargado de contar «los aspectos de la situación económica y personal en la que ha quedado la familia» del colombiano, según explicó él mismo este martes.
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«Vamos a ratificarnos en los informes económicos que se han aportado a la causa, sobre la situación de desamparo en la que se han quedado los padres y la hermana con la pérdida de Edwin», añadió.
Con respecto a la situación económica, Ospina, además, ha revelado que la familia Arrieta solicitará una indemnización de 410.000 euros, aunque los abogados tailandeses han elevado la solicitud a 30 millones de bats (aproximadamente 760.000 euros).
Su declaración, que no se espera que se alargue mucho, dará paso al turno de la defensa, que cuenta con alrededor de 25 testigos, entre ellos el propio Daniel Sancho y su padre, Rodolfo Sancho.
Carla Martínez / Con información de Globovision