Tocar fondo es uno de los procesos más complicados a los que el ser humano suele someterse, muchas veces, este no es consciente de hacia donde se dirige antes de caer hacia este «abismo», el cual generalmente comienza desde la mente, aunque aupado por decisiones personales, lentamente va llevando al hombre a lo desconocido, pues no es capaz de percatarse que está ocurriendo consigo mismo.
Este es el caso del joven José, de 19 años de edad, oriundo de Barquisimeto, quien hace ya varios meses se encuentra en la ciudad de Medellín en Colombia, a la cual llegó «mochiliando», tras haber discutido con su madre por sus actitudes y forma de ser, la cuál fue severamente influenciada por los vicios como las drogas, y las sustancias ilícitas, problemas que lo llevaron a caer en «situación de calle», recogiendo envases plásticos para tratar de sobrevivir en tierras paisas.
No fue sino, hasta que un día, el popular barbero Estiwar Rodríguez quien se dedica a ayudar a las personas en situación precaria, le realizó un nuevo corte, con el fin de tener una nueva cara y asi poder ir cambiando su visión.
En un material audiovisual grabado en las calles de la capital antioqueña, se pudo observar, que mientras le atendían a este joven barquisimetano, el mismo iba lentamente reflexionando sobre la vida que ha llevado en los últimos meses:
«Por allá atrás se encuentra sentado un joven que tiene unos ricitos de oro», señala ante la cámara el barbero, quién lo busca para realizarle un corte de cabello, el cuál es aprobado por este chamo. Rápidamente le consulta sobre si mismo al joven muchacho, quien afirma no haberse «tintado» el cabello, señalando que proviene de «Barquisimeto, estado Lara»; además de la sopresa por su origen venezolano, el colaborador social, se ve aun más impresionado al consultarle su edad: «¿Vos cuantos años tenes José? -consulta- 19 -responde el joven- ¿¡19!? este man es un chamaquito», afirma el barbero.
Previo al corte de cabello, le da un espejo al joven barquisimetano, para que este se observe así mismo: «¿Bien? -pregunta- no no -afirma el joven- ¿Por que piensas que no te ves bien? porque tengo mucho pelo en mi cara» afirma el muchacho.
A medida que avanzó la conversación y también el corte de cabello, José se a sinceró sobre sus problemáticas, y como estas lo trajeron hasta el punto en donde se encontraba: «El vicio y la droga a mi familia nunca le gustó, me decían que eso es malo, deja eso decían, eso no es bueno, eso no te trae nada bueno, nunca quise hacer caso», comentó el joven.
Explicó que un día, su familia le dijo que si no ponía de su parte, no le iban a ayudar más, a lo que respondió a su madre: «No mamá, tu a mi no me vas a estar diciendo nada, y yo a ti no te voy a regañar porque tu eres mi mamá, y entonces me vine (a Medellín)», continuó en la conversación el muchacho venezolano.
Al ser consultado sobre sus razones para irse a Medellín, este comenta que: «Tenía un panita que se vino para estos lados, para irse a estados unidos y se fue mochiliando pero me han dicho que es muy arrecho, tiene como cuatro meses sin poder saber su familia de el, o sea se desapareció, más bien si lo hubieran desaparecido en la jungla esa», señaló.
«¿Como cogí el vicio? por unos compañeros, mi mamá siempre decía, esos no son tus amigos porque te invitan marihuana, un amigo se enfoca, y decía que el que me haga eso no era mi amigo, son consejos de madre, a lo mejor siempre buscó lo mejor pa´ mi, y el desobediente fui yo», reflexionó el chamo.
Señala que la calle ha sido dura, ha tenido que comer de lo que recoja, entendiendo que toda la situación recae en si mismo, «todo por la desobediencia». Al momento de ser grabado el video, habían ya transcurrido al menos 8 meses desde la ultima vez que José vio a su madre, la cual desconoce del estado actual de su hijo, y mucho menos tiene alguna noción de su paradero, afirmó.
Tras finalizar con el corte, aprovechó de enviarle un mensaje a su madre, a la cual desea ver desde hace rato, y así comunicarle como se encuentra, y en donde está actualmente, algo que, según afirma, le puso muy sentimental por el tiempo que tiene sin ver a su familia.
Rubén Conde/Noticias Barquisimeto