El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) ha dado inicio al pago correspondiente a la pensión de noviembre junto con un mes de aguinaldo para pensionados y jubilados en Barquisimeto. Este beneficio consiste en un total de 260 bolívares, lo que equivale a unos 6,6 dólares según la tasa del Banco Central de Venezuela.
Al salir a la calle, el equipo de Noticias Barquisimeto se encontró con beneficiarios que se debatían entre dos necesidades básicas: alimentarse o adquirir los medicamentos necesarios para mantener su salud. Las respuestas recabadas revelaron que el dinero percibido no parece ser suficiente para cubrir ambas áreas de vital importancia.
Entre los testimonios recogidos, resalta la preocupación palpable en cuanto a la capacidad adquisitiva de los fondos recibidos. «Ese es el sueldito, ¿que compra uno con eso?», manifestó Alberto González.
La realidad económica actual plantea desafíos significativos, ya que el dinero suele ser insuficiente para cubrir ambas áreas de vital importancia. «Eso no alcanza para nada», aseguró Gladys Rodríguez.
Algunos manifestaron su intención de destinar el dinero a la compra de productos básicos como harina, arroz, caraotas u otros alimentos esenciales, reconociendo que la suma obtenida resulta insuficiente para asegurar una subsistencia digna. «Voy a comprar unas caraoticas y un arroz», comentó Pastor Arangú.
Mientras otros expresaron con humor la idea de utilizar el dinero para adquirir un guardaespalda al salir del banco, evidenciando la ironía ante la difícil situación económica que atraviesa Venezuela. «Pedí un guardaespalda y me lo negaron», expresó Pura de Nieves.
La resiliencia y la creatividad se ponen a prueba en la búsqueda de soluciones innovadoras que permitan afrontar los obstáculos y superar las adversidades que se presentan a diario. «Voy a comprarme un kilo de cambures», indicó Francisco Garcés.
Ante esta encrucijada, la comunidad barquisimetana refleja la lucha diaria por lograr un equilibrio en medio de la precariedad y la incertidumbre económica que aquejan a la sociedad venezolana.
La elección entre comida y medicinas se erige como un dilema constante para los pensionados y jubilados del IVSS, simbolizando la dolorosa realidad de una población que se ve forzada a priorizar necesidades básicas sin disponer de los recursos suficientes para satisfacerlas de manera integral.
Carla Martínez / Noticias Barquisimeto