Cientos de inmigrantes venezolanos están trabajando ilegalmente como repartidores de alimentos en todo Estados Unidos, según puede revelar DailyMail.com.
Esto plantea enormes preocupaciones sobre la seguridad de las aplicaciones de entrega a domicilio y la capacidad del consumidor de confiar en quién está realmente entregando la comida a su hogar y a su familia.
Los venezolanos dicen que se sintieron atraídos por estos trabajos porque son una forma fácil de ganar dinero cuando llegan por primera vez a los EEUU.
“Antes incluso de salir de Venezuela para venir aquí, sabía que podía alquilar una cuenta que no era mía para trabajar en el reparto de comida”, explicó un migrante sudamericano que trabaja como conductor de DoorDash en Dallas, Texas.
Rubén Conde con información de Noticia Al Día
