El número de militares rusos muertos en Ucrania supera los 50.000, según confirmó la BBC en una investigación propia que nutrió de diferentes fuentes.
El medio británico explicó que el servicio ruso de la BBC, el grupo de medios independiente Mediazona y voluntarios contabilizaron las bajas desde febrero de 2022. Además, recalcó que las nuevas lápidas en los cementerios ayudaron a proporcionar los nombres de muchos soldados.
“Nuestros equipos también revisaron datos de informes oficiales, periódicos y redes sociales”, indica la publicación de BBC, que tituló: “50.000 soldados muertos: la investigación de la BBC que revela el verdadero costo para Rusia de la guerra en Ucrania”.
“En el segundo año de lucha en el frente, mientras Moscú impulsaba su llamada estrategia de la ‘trituradora de carne’, descubrimos que el número de muertes superó en un 25% a las registradas en los primeros 12 meses”, comenta la nota. Esto quiere decir que más de 27.300 militares rusos murieron en el segundo año de combate. El número refleja cómo las ganancias territoriales han tenido un enorme costo humano.
El término “trituradora de carne” se ha utilizado para describir la forma en que Moscú envía oleadas de soldados a la primera línea de frente para tratar de desgastar a las fuerzas ucranianas y marcar sus posiciones a la artillería rusa.
La cifra total de militares rusos muertos, de más de 50.000, es ocho veces mayor que el único dato público oficial de cifras de víctimas mortales reconocido por Rusia en septiembre de 2022.
Es probable que el número real de bajas rusas sea mucho mayor.
“Nuestro análisis no incluye las muertes de milicianos en Donetsk y Luhansk, territorios ocupados por Rusia, en el este de Ucrania. Si se agregaran, el número de decesos en el lado ruso sería aún mayor”, aclaran los periodistas de BBC.
Mientras tanto, Ucrania rara vez comenta sobre la magnitud de sus muertes en el campo de batalla. En febrero, el presidente Volodymyr Zelensky dijo que 31.000 soldados ucranianos habían muerto. Pero las estimaciones, basadas en la inteligencia estadounidense, sugieren pérdidas mayores.
Rubén Conde/Fuente: BBC News Mundo