El Barça pone el baile y João Félix, la cornada al Atlético de Madrid.
Joao Félix, Robert Lewandowski y Fermín López Marín marcaron los goles de la victoria del FC Barcelona sobre el Atlético Madrid. Xavi Hernández apunta al título de LaLiga 2023-24.
Xavi arrebata la segunda plaza de la Liga al Girona con un partido en el Metropolitano que comenzó a decidir con un gol del portugués. Lewandowski le asistió, después marcaría. Fermín hizo el 0-3. El Atleti comenzó con ímpetu pero nada más. Roja a Nahuel.
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Nadie como un ex sabe mejor dónde golpear. El punto débil, el talón de Aquiles, donde doler y hacer sangre. Es ley de vida. También de fútbol. Y la carta de un Xavi que ayer volvió a lanzarle al Cholo a la cara para dejarle desvencijado y roto, fuera de Champions cuando llega el último parón. Lo que terminó en un baile, para el Barça comenzó con un remiendo. Christensen se lesionaba en el calentamiento, Fermín al once, Sergi Roberto, al lugar del danés, para jugar en paralelo de Gündogan. Cubarsí y Fort debutaban en el Metropolitano con titularidad y Lamine esperaba turno en el banco. Todos los ojos en ese momento apuntaban ya a João. Las bocas más bien.
Pitos de punta. Pitos muy altos. Pitos como nunca antes se habían escuchado en siete años de Metropolitano. Seguirían cada vez que el portugués rozaba un balón. Al principio, por cierto, fueron escasos. El Atleti salía sin Koke, sin Grizi, con Reinildo de vuelta, la izquierda con Lino y Riquelme y Simeone persiguiendo la plaza Champions que el día anterior le había arrebatado el Athletic. Agudo y con presión alta, como si el Atleti no hubiese jugado en miércoles. Un dominio que no subió al marcador porque Morata vive fuera de juego, y cuando Araújo le zancadilleó en el área también lo estaba, y porque Barrios lanzó dos dedos fuera un disparo desde la frontal en los primeros minutos del partido. En ese tiempo que pertenecía del todo al Atleti, como si Simeone y Xavi hubieran intercambiado pizarras. El primero, mordiendo. El segundo, atragantado. Su centro del campo, aquello que era apellido, no existía. Ni robaba ni jugaba una pelota vertical. Mucho menos daba tres pases. Como si lo del Nápoles hubiese sido espejismo, la luz del día a día volvía a posarse frontal y directa sobre sus carencias. Lewandowski la pedía al pie, João la pedía al pie y sólo Fermín buscaba desmarques, espacios. Pero cuando el reloj empezó a pesar en el resuello, el partido descubrió su verdad: el único espejismo allí había sido el Atleti.
Los minutos fueron pesando en sus piernas cuando el Barça emergió. En el 35′, Raphinha se presentaba ante Oblak con una primera ocasión que quedaba colgada de su madera como un candil. Camino marcado. En la segunda, Fermín escoraba demasiado el disparo. La palanca Masía, la única que de verdad salva año a año al Barça, había tomado mandos. Cubarsí, que no tiene edad para votar, tomar cerveza o sacarse el carné, se unió a Fermín para conducir al Barça mientras los pitos volverían a escucharse altos, muy altos, en el Metropolitano, como viento a favor. Recuperó el chaval ante Morata, Gündogan recortó y bailó a Llorente para buscar a Lewandowski, que pondría la música en la noche. Pase atrás para que João tocara su cuarto balón en la noche. Suficiente. Gol. Lata abierta. El descanso llegó sin Xavi, expulsado, con Koundé jugándose la segunda amarilla con un manotazo a Roro y una última volea de Morata que fue como el Atleti en la primera parte. Un sí pero no.
Ni medio instante de la segunda parte esperó Simeone para introducir a Grizi, el único de sus futbolistas capaces de cambiar la temperatura de las cosas con su mera presencia. Y este partido daba frío al mirar la tabla: el Atleti quinto, fuera de esas cuatro plazas que para el club son la vida. A su lado iba otro ex, Memphis, a ver si al Cholo le salía como a Xavi. Pero nada más lejos. El rock and roll lo ponía Lewy, reconciliado con la vida y con el gol. Dos minutos después del descanso le terminaba de arrancar al Atleti la ropa para mostrar que jugaba en casa pero como si lo hiciese fuera. Desordenado y desnortado. Y con ayuda de De Paul: regaló un balón en una salida para que Raphinha, con una cuchara, le pusiera un lazo para enviárselo al polaco. A la media vuelta, Lewandowski disparó. 0-2. El Atleti no volvió a levantarse. El Barça no hizo herida de lo que se convirtió el Metropolitano: una jornada de puertas abiertas.
Lewy asistiría a Fermín de nuevo, para el 0-3, Nahuel, que es el primo lejano de Nahuel, se iría con roja, y Ter Stegen le negaría el gol a Llorente y Memphis con una doble parada de balonmano mientras la noche caía sobre Simeone. Como la Liga. El Barça le quita la plaza al Girona. El Atleti se deshace. Da tanto frío la tabla que hasta los pitos se helaron.
Cambios
Memphis Depay (45′, Álvaro Morata), Antoine Griezmann (45′, Samuel Lino), Koke (57′, Marcos Llorente), Ángel Correa (57′, Rodrigo Riquelme), Lamine Yamal (60′, Raphinha), Saúl Ñíguez (65′, Rodrigo De Paul), Oriol Romeu (76′, Sergi Roberto), Vitor Roque (76′, João Félix), Marc Casadó (81′, Héctor Fort), Iñigo Martínez (81′, Fermín López)
Goles
0-1, 37′: João Félix, 0-2, 46′: Lewandowski, 0-3, 64′: Fermín López
Tarjetas
Arbitro: José María Sánchez Martínez
Arbitro VAR: Mario Melero López, José Enrique Naranjo Pérez
Koundé (32′,Amarilla) De Paul (45′,Amarilla) Savic (60′,Amarilla) Pablo Barrios Rivas (88′,Amarilla) Nahuel Molina (91′,Roja)
Diario AS
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