La salud del papa Francisco sigue siendo motivo de atención este 3 de abril, luego de que el pontífice no asistiera a la misa en honor a san Juan Pablo II, celebrada ayer en el Vaticano.
Su ausencia se debe a que continúa en convalecencia tras varios problemas respiratorios que lo mantuvieron hospitalizado por más de un mes.
La ceremonia, realizada en la Basílica de San Pedro, fue presidida por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano. Durante la eucaristía se ofrecieron oraciones por la recuperación del pontífice y se destacó su presencia espiritual.
“Nuestro corazón está con el Santo Padre Francisco. Sabemos que ahora se une espiritualmente a nosotros. Rezamos por su salud. Que el Señor le dé la fuerza necesaria para guiar a la Iglesia peregrina en estos tiempos difíciles”, expresó el cardenal Stanislaw Dziwisz.
Francisco permanece en su residencia, la Casa Santa Marta, donde continúa con tratamiento médico. Su recuperación avanza, aunque con precaución, según reportes del Vaticano.
El papa está bajo terapia farmacológica, además de fisioterapia respiratoria y motora. Los médicos estiman que el proceso de rehabilitación podría extenderse al menos dos meses más.
Estuvo 38 días internado en el Policlínico Gemelli por una neumonía bilateral y una infección polimicrobiana. Desde su alta, ha retomado ciertas actividades desde su habitación: puede sentarse en su escritorio, leer, firmar documentos y mantenerse en contacto con sus secretarios.
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Aunque no ha reaparecido públicamente, dejó grabado un mensaje antes de su hospitalización como muestra de cercanía con la comunidad católica, especialmente durante este Año Jubilar por la Esperanza.
La evolución de la salud del papa Francisco, este 3 de abril, es estable y bajo control. A pesar del reposo prolongado, el pontífice sigue involucrado en sus labores desde la residencia, en espera de una recuperación completa.
Con información de NAD.
