El diagnóstico de un cáncer pone en marcha un proceso de trauma, de aceptación de cambios a nivel físico y emocional, de cambio de roles, genera miedos e incertidumbres que pueden afectar al estado de ánimo y autoestima de las pacientes.
Una de las principales secuelas es el cambio de la imagen corporal que supone un reto emocional y que se produce como consecuencia de la caída de pelo, pestañas o cejas, aumento o disminución de peso, aparición de nuevas cicatrices y la pérdida en ocasiones de una o ambas mamas independientemente de la edad de la paciente.
Todo ello puede afectar a la función sexual, así como a la calidad de vida de las pacientes. Además, los diferentes tratamientos para el cáncer pueden tener como efectos secundarios cambios en su función reproductora con la aparición de síntomas precoces de menopausia, sequedad vaginal y dolor durante las relaciones sexuales, así como disminución de la libido.
Uno de los primeros objetivos era dar información sobre el tema educando a la paciente sobre los cambios que puede experimentar, ya que tener información alivia en muchas ocasiones el sufrimiento.
Se reforzó el mensaje de aprender a normalizar el tema, expresar las emociones con los profesionales sanitarios, así como en el entorno personal con las parejas en caso de que las haya.
Otro de los consejos fue aprender a ajustar nuestras expectativas, aceptar los cambios negativos de nuestro cuerpo para poder adaptarnos y emprender la búsqueda de soluciones comprendiendo que todos podemos desarrollar nuestra sensualidad y sexualidad, criticando los cánones de belleza sociales y aprendiendo nuevas prácticas sexuales.
También se ofreció información concreta sobre tratamiento de síntomas físicos como los sofocos, lubricantes para la sequedad vaginal, uso de dilatadores vaginales y vibradores.
¿Qué tratamientos ofrecen y trabajan los médicos con las pacientes?
Uno de los principales problemas y que más demandan las pacientes es la falta de información sobre este tipo de afectación.
En muchas ocasiones por resolución de otros múltiples problemas que es necesario abordar en torno a la enfermedad, dificultad para encontrar un clima apropiado, las pacientes no saben si son las únicas que están pasando por un proceso similar.
Se pueden dar breves consejos sexuales, recomendaciones para alivio de síntomas físicos y, en casos más severos, recomendar derivación a un psicólogo especialista en sexología y/o terapia de pareja.
¿Qué recomiendan a las personas cercanas a las pacientes para ayudarlas?
Es recomendable informar a las parejas de los efectos secundarios físicos y emocionales, normalizarlos y explicar la nueva realidad para poder ajustar expectativas, atender posibles dificultades y necesidades y sobre todo intentar hacerlo desde las primeras visitas.
No se debe esperar al término del tratamiento para abordar el tema, conocer cómo se encuentra la paciente y valorar todos los cambios o pérdidas que ha experimentado.
La prevención puede ayudar a mejorar su calidad de vida.
Información de BBC