La producción de la industria privada de Venezuela cayó un 7,6%, en promedio, durante el primer semestre de este año, respecto al mismo período de 2022, según los resultados de un estudio elaborado por la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), presentados en una rueda de prensa.
De acuerdo con el sector, la caída en el volumen de producción durante los primeros seis meses de 2023 fue mayor si se compara con el segundo semestre del año pasado, de un 20,3%.
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«En diciembre, comenzó nuestro gran problema producto de la inflación (…), el poder adquisitivo se resiente y, evidentemente, el consumo también y la producción», dijo el presidente de Conindustria, Luigi Pisella, quien señaló que el volumen de producción de las empresas aumentará hasta un 2 % «hacia el final de 2023», de acuerdo con sus estimaciones.
Según el estudio, la «baja demanda nacional» es el principal elemento que ha afectado a la actividad del sector manufacturero privado.
En este sentido, el 70% de los empresarios reportó una disminución en el volumen de ventas durante el segundo trimestre de este año respecto al mismo lapso de 2022.
Luego de la «baja» demanda, otros factores que han incidido de manera negativa en la actividad industrial son, según la confederación, la falta de financiación, la competencia de productos importados, el comercio ilícito y los «excesivos» tributos fiscales o parafiscales.
A falta de créditos bancarios, el sector ha optado por otras fuentes para obtener fondos, como autofinanciación y préstamos de la banca en el exterior, así como, en menor medida, «sociedades de capital de riesgo» y «créditos y subvenciones estatales», de acuerdo con la organización gremial.
Conindustria cifra en 5.000 millones de dólares (4.599 millones de euros al cambio de hoy) las necesidades de financiamiento para el sector.
Con información de EFE