Es sin duda una de las grandes supermodelos del siglo XXI. Además, una de las más cotizadas, llegando a facturar entre 2011 y 2012 la cantidad de 9,2 millones de dólares.
Hablamos de Kate Moss, que alcanzó la fama en los 90 de la mano de la firma Calvin Klein e incluso nombrada como una de las 100 personas más influyentes del mundo según la revista Time.
Sin embargo, la realidad para la top model es bien distinta. Tal y como publicó New York Post, Moss reapareció por las calles de Londres irreconocible, fumando y con una imagen muy desmejorada.
Moss ya habló hace unos meses de su adicción al tabaco, confesando que está tratando de cortar esta adicción que comenzó hace más de 34 años con técnicas como el vapeo y el yoga. Algo que, según parece, no está dando los resultados que seguramente ella esperaba.
«Bebo mucha agua, no demasiado café y estoy tratando de fumar menos», confesó ella misma hace unas semanas en la NBC. Antes, había admitido que, con solo 15 años, era capaz de beberse ella sola una botella de whisky y fumar más de 60 cigarrillos en un día, subiendo la cifra a un total de 100 cigarrillos en un solo día.
Con información de Agencia
